Hola familia!!
Aquí seguimos con nuestra aventurilla, que ya se va acercando a su fin.
Pasamos de Copacabana (Bolivia) directamente a Cuzco tomando un par de autocares, uno hasta la frontera y el otro de la frontera a Cuzco. Hicimos bastante cola en la frontera, ya que ni bolivianos ni peruanos es que brillen por su rapidez, y qué mala sorpresa nos llevamos al ver que el autocar peruano era bastante peor que los buses bolivianos!! Nos lo habían vendido como un buen bus y como que tardaba unas 5 horas en llegar a Cuzco, y resultó ser bastante pésimo, lleno de gente y haciendo paradas cada 5 minutos. Y los pasajeros nos dijeron que no tardaba 5 horas, que tardaba como unas 10 horas en hacer el trayecto. Nosotros que habíamos quedado con un couchsurfer nos empezamos a preocupar porque llegaríamos como a la 1 de la madrugada o más, y quizás no fueran horas decentes para llegar a casa de alguien, y menos de un desconocido. En una parada intentamos buscar una cabina para llamarlo pero no contestó, así que nada más llegar hechos polvo de ese infernal autocar y siendo casi las 2 de la madrugada nos alojamos por esa noche en un hotel chungo cercano a la estación de buses. Y aquí fue donde tuvimos nuestra primera "mala" experiencia con couchsurfing: al día siguiente lo intentamos contactar por todos los medios y cansados ya de esperar respuesta nos dirigimos hacia el centro y nos buscamos un hostel. Al final del día nos contestó que tenía mucho trabajo esos días y que no nos podía hospedar, cosa que ya podría haber avisado antes; pero bueno, mal no nos vino, ya que aunque siempre nos gusta alojarnos en casa de personas locales en las grandes ciudades, esta vez la verdad que no teníamos la energía suficiente para compartir tiempo con alguien que acabábamos de conocer, así que todo pasa por algo. Y encima a la hora de buscar hostel, ya no queríamos habitaciones compartidas, si no que buscamos el que más se parecía a una casa: con cama doble, lavabo propio, mesa, sillas, Internet... Y allí nos tiramos casi una semana. Estaba claro que nos empezaba a pasar algo, ya que teníamos más ganas de "retraimiento" o "recogimiento" que de "expansión" y "obertura" como habíamos sido siempre.
La verdad es que Cuzco nos enamoró como ciudad, ya que es como ese punto intermedio entre ciudad y pueblo. Tiene tan solo unos 420000 habitantes y está en la cordillera de Los Andes situada a una altura de 3400 msnm, por lo que ese pequeño ahogo al hacer algún esfuerzo aún lo seguíamos notando. Fue la capital de los incas, pero ya en manos de los españoles se engalanó de iglesias enormes y preciosas. Además, a día de hoy, es la ciudad base para hacer la excursión al Machu Picchu, por lo que está plagada de turistas, restaurantes, pubs, marcha nocturna, centros de masajes... Y encima tuvimos la suerte de coger esta ciudad tan religiosa en plena semana santa. Ahí van algunas fotos:
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Montan todo tipo de juegos y entretenimientos por las calles. |
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Se tapa con telas a las imágenes religiosas que no tienen relación con el Santo que toca ese día. |
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Se hacen eternas colas en todas las iglesias. |
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Todas las iglesias son muy exuberantes tanto por dentro como por fuera. |
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Toda la ciudad está llena de iglesias, monumentos y todo está muy limpio y ciudado. |
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La procesión, parecía que estuviéramos en nuestro país! |
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Es una ciudad muy importante también para los peruanos, así que celebran allí muchas bodas y fiestas de "Los 15". |
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Gran noche con dos chicas españolas y nuestro amigo hindú, tomando riquísimos PISCO SOUR, la bebida nacional. |
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Como algún día han de trabajar, los ponen a desfilar todos los domingos. |
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Callejuelas de Cuzco y vista nocturna. |
Otra cosa que llama mucho la atención de Cuzco es ver cómo los españoles construyeron sus edificios aprovechando la base de las construcciones incas...ya les vale:
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Paseando con María, una chica de Pamplona que conocí desayunando en el mercado. No es un misterio cómo podían encajar todas esas piedras? |
Pero lo que más enamoró de Cuzco, fue el mercado. Está lleno de puestecitos para sentarse a desayunar o a comer, desde menús de dos platos y postre por un euro a deliciosos cebiches (diferentes pescados crudos adobados en jugo de limón y especies acompañado de cebolla y maíz tostado), el cual es el plato bandera de Perú. Y hay que añadir que la cocina peruana está entre las 5 mejores del mundo, teniendo mucha variedad de platos tradicionales, así que disfrutamos como 2 enanos:
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No esperéis que además de daros un riquísimo y completo menú os den una mesa para dos con velitas... Por 1 euro!! Taburete y plato en la mano, aunque son tan amables que a la que nos veían que no estábamos acostumbrados a comer así, los propietarios nos buscaban rápido un sitio en "la barra". Ya podríamos aprender y tener sitios así para comer bien y barato, sin tantas normas, comodidades e impuestos... |
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Desayunando
con nuestro amigo Sandeep (hindú y norteamericano), que conocimos al inicio de
Bolivia y volvimos a reencontrar al cabo de un mes. Como veis no se andan con
chiquitas: jarras de café con leche de medio litro (la mejor leche y la más
natural que he probado nunca) y natillas de chocolate de medio litro también. |
Y para acabar con Cuzco, lo que también nos encantó fue la
mezcla de peruanos/as tan modernos con indígenas paseando a sus llamas o
vendiendo hierbas medicinales:
Después de alargar casi una semana nuestra estancia en Cuzco (donde pensábamos que sólo pararíamos lo justo para organizar la visita a Machu Picchu), nos dispusimos a organizar la excursión a Machu Picchu. Hay cientos de agencias ofreciendo lo mismo, pero va bien comparar ya que los hay mejores y peores regateando. Y aquí os explicamos la manera en cómo va la mayoría de gente a Machupichu, y cómo van los que tienen menos presupuesto (como nosotros) o los que no están dispuestos a dejarse robar a mano armada para llegar a Machu Picchu (como nosotros también).
De Cuzco, todo el mundo sin excepción, debe ir hasta Ollantaytambo, donde puedes ir en "combis" (furgonetas compartidas por unas 12/15 personas) o en taxi particular o en bus local. Y allí es donde se coge el tren para llegar a Aguas Calientes (pueblo de Machu Picchu). Y aquí es donde viene el robo y la diferencia abismal de viajar de una manera u otra: el tren de Ollantaytambo a Aguas Calientes cuesta 120 dólares ida y vuelta (eso encontrando el billete más barato), mientras que viajando en la "combi" vas y vienes por 20 dólares. Y le llamo robo, ya no sólo por lo caro que es, si no porque el trayecto es tan solo de una hora y media y el precio que pagan los peruanos es de 6 dólares ida y vuelta; que está bien que los locales paguen menos que los turistas, pero tanto??
Así que nosotros seguimos en la combi, y vimos el por qué mucha gente acaba pagando el tren y clavan lo que quieren: es un trayecto de 7/8 horas (mientras que el tren es una hora y media) en asientos estrechos y NO reclinables, bordeando montañas y montañas andinas, así que son curvas sin parar, y en las últimas 2 horas la carretera está sin asfaltar, no caben dos coches a la vez, no hay quita-miedos, hay desprendimientos de rocas y carreteras, precipicios altísimos y encima hay que cruzar varias veces un río por el agua directamente, ni puentes ni nada, y la "combi" no es un 4x4 precisamente!!
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Esta foto está tomada desde dentro de la "combi" mientras cruzábamos el río, rezando para que la corriente no arrastrara a la furgoneta. |
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En la montaña de la derecha se puede observar la carretera (o camino de tierra). |
Aunque yo iba todo el tiempo bastante rallada entre el mareo, y la preocupación de si teníamos un accidente a ver quién y cómo nos venía a rescatar en esa parte tan apartada del mundo, hay que decir que el paisaje fue precioso. Y todo este "bordeamiento" de montañas es el que el tren se salta y va casi recto atravesando el valle.
Pero la cosa no acaba aquí, ya que no hay carreteras hasta Aguas Calientes, hasta allí solo llega el tren, por lo que la "combi" llega hasta donde puede llegar y a partir de ahí hay que caminar 2 horas al lado de la vía del tren. Por suerte el camino es más bien llano, aunque lo haces agotado ya después de tantas horas de mala carretera y encima lloviendo (llueve casi siempre en esa zona). Pero el entorno parece un bosque encantado, muy bonito:
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El Tren que no cogimos. |
La verdad que fue durillo y llegamos a Aguas Calientes empapados, pero nos compensaba la alegría de haber ahorrado 200 dólares!! (Aunque si volviera a repetir no sé yo si los pagaría tan a gusto eh...jajaja)
El pueblo de Aguas Calientes no es gran cosa, es como una creación que surgió de la necesidad de alojar a tantos turistas que venían a conocer el Machu Picchu, por lo que es un lugar muy artificial y turístico. Aunque, debido al aumento de familias peruanas que viven allí para atender el turismo, al otro lado del río hay una parte del pueblo que es la zona residencial de estas familias, con algunas escuelas, restaurantes para ellos, mercado y ambiente peruano. A nosotros nos gustó mucho más este lado más auténtico, donde ya no te asaltan por las calles para ofrecerte hoteles y cenas en restaurantes. Además, se comía mejor y más barato en este lado, y encima había también el mercado para comer esos menús que tanto nos gustaban...Cada vez estábamos más encantados con los mercados bolivianos y peruanos!! Así que recomendamos este lado del pueblo y el mercado para escapar de los abusivos precios y de la mala calidad que ofrecen en el lado turístico. Respecto a hoteles, los hay de muchos precios y calidades, hay tanta oferta que se pueden conseguir buenos precios. Nosotros dormimos en uno por 10 euros entre los dos que estaba muy limpio y tenía agua caliente (aunque no calefacción). Aun así, también hay que contemplar que todo ese pueblo fue montado por materiales traídos en tren, y que todo lo que se consume allí también ha sido transportado en tren.
A la mañana siguiente, madrugamos bastante para tener rato en Machu Picchu. Se puede subir andando o en el bus que va de Aguas Calientes a la puerta de Machu Picchu. La subida caminando es de una hora y media, muy empinada, y muchísimos escalones; y el bus te sube en 20 minutos pero vale 20 dólares la ida y 20 dólares la vuelta. Yo lo sentí mucho, pero entre cansada que estaba del día anterior y que no quería llegar agotada a Machu Picchu, los pagué tan a gusto, pero Jordi subió caminando.
La entrada a Machu Picchu nos costó unos 67 dólares, con la subida a la montaña de Machu Picchu (sin la montaña vale 61 dólares). Ya que estás ahí, debe ser bonito ver el Machu Picchu desde la altura, y es por esto que mucha gente se saca la entrada con la subida al Wayna Picchu (otra montaña para verlo desde las alturas), lo que sólo dejan acceder a un número contado de personas cada día, por lo que en este caso la tendríamos que haber sacado con antelación. Así que a falta de Wayna Picchu, decidimos subir a la montaña del Machu Picchu, que es aun más alta, aunque no teníamos ni idea de cómo era la subida: 2 horas y pico sin parar de subir escalones muy empinados, aunque atravesando bonitos bosques y con bonitas vistas:
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Cara de agotamiento en el tramo final, y miedo de subir varias escaleras en ese tramo pegadas a precipicios mientras te tiemblan las piernas...la verdad que hay tramos bastante peligrosos. |
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Cima coronada!! |
Y este es el momento en el que piensas que ha valido la pena porque ahora tendrás unas vistas impresionantes del Machu Picchu... pero no!! Estábamos tan altos y las nubes tan bajas que no se veía nada... Así que cada cierto rato el aire se llevaba las nubes por unos segundos y todos gritábamos "Ahora!!" y desenfundábamos las cámaras para tener la instantánea del momento:
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Así "de bien" se veía cuando se iban un poco las nubes... |
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Aquí un poco mejor. |
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Tomándolo con filosofía. |
Después de descansar (o intentar ver algo) una media horita, emprendimos la bajada de casi una hora y media, así que al llegar abajo estábamos destrozados ya!! Y sobre todo Jordi, que había subido a pie desde Aguas Calientes!! Entre esa subida y la subida y bajada a la montaña llevaba ya cinco horas y media de duro y empinadísimo trekking!! Y luego encima, visitar el Machu Picchu ya es cansado de por sí porque se camina bastante y todo el rato subes o bajas:
Y encima, como no preveíamos que esto iba a llevar tantas horas y cansancio, llevábamos una botella de agua para los dos y alguna mandarina y un plátano...estábamos con bastante hambre. Así que por todo esto, no volvería a ascender a la Montaña. Y encima al bajar vimos que hay bastantes puntos donde también se pueden tener buenísimas vistas panorámicas:
La ciudadela del Machu Picchu (lo que veis en las fotos) la tienen muy bien cuidada y conservada, y despierta todo tu asombro por tanta geometría y belleza, y por un entorno tan increíble, rodeado de verdes montañas escarpadas y nubes pasando todo el tiempo. Y aun más asombro se despierta al pensar lo de siempre: cómo pudieron los incas construir todo esto y con tanta exactitud y perfección encima de una montaña??
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Qué faena hacer encajar estas rocas tan asimétricas!! |
La verdad que es un lugar para visitarlo con guía, pero nosotros no teníamos más fuerzas, así que dimos una vuelta más bien rápida y nos fuimos, reflexionando después que habíamos visitado una de las más importantes maravillas del mundo como quien pasea por el parque de debajo de casa... Y que básicamente nuestra conversación se basó en paellas, en qué bueno es comprar en la boquería, Barcelona... Estábamos bajitos de energía viajera!!
Por seguir en nuestras trece de no dejarnos robar tan impunemente, descendimos del Machu Picchu a Aguas Calientes caminando y nos ahorramos 40 dólares entre los dos. Así que fueron casi 2 horas, ya que bajamos por el camino lleno de curvas por donde van los buses, en lugar de bajar por donde Jordi subió para ahorrarse hacer tantos escalones de bajada, ya que nos notábamos las rodillas un poco tocadas.
Por suerte, disponíamos de tiempo, así que nos dimos 2 noches en Aguas Calientes en lugar de 1, que es lo que hace la mayoría de la gente debido a que tienen los días contados. No me quiero imaginar hacer el camino de vuelta por las vías del tren y luego las no sé cuantas horas de coche ese mismo día!! Encima, nada más llegar al pueblo, se puso a diluviar. Tuvimos la mañana siguiente para ir a unas termas que hay en Aguas Calientes, y que son las que le dan el nombre a este pueblo; ya que son piscinas de aguas naturales con bastantes minerales que sale caliente de la tierra. Lo disfrutaron tanto nuestras agujetas!!
Pero en breve se acabó lo bueno, así que a vestirse y a caminar de nuevo por las vías del tren 2 horitas...Y lloviendo de nuevo!! Y a despedirnos de este increíble paisaje andino:
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Valles de montañas y montañas hasta el infinito...Me encanta esta foto porque parece que haga una ilusión óptica con la simetría de las montañas y el difuminado de la niebla. |
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Montañas tan escarpadas que tienen paredes verticales totalmente. |
En números, esta es la manera cara (y cómoda) de llegar a Macchu Picchu: tren (120 dólares), más bus de subida (40 dólares), más la entrada (61 dólares) hacen un total de 241 dólares por persona. En la manera barata es: combi (20 dólares), subida andando (0 dólares) y entrada al Macchu Picchu (61 dólares), hacen un total de 81 dólares por persona, aunque bastante esfuerzo y algo de riesgo. Cada uno que valore!!
Al llegar a Cuzco, cogimos otro hostel más céntrico y con más pinta de "casita" aun...Y esta ciudad nos volvió a secuestrar unos tres días más:
Qué nos estaba pasando?? Acabábamos de visitar una de las maravillas del mundo más importantes con bastante indeferencia, nos daba pereza seguir buscando rutas, pensar en cuántos kilómetros y horas teníamos que invertir en llegar al siguiente país (Ecuador, ya que hay que ir pensando opciones de ruta con previsión), nos daba pereza relacionarnos con otros viajeros (a nosotros!!), buscábamos hoteles lo más parecidos a una casa, nos daba pereza compartir dormitorios, nos teníamos que forzar a visitar la ciudad en la que estábamos desde hacía un tiempo ya, últimamente nos descubríamos buscando pisos de alquiler en Barcelona cada vez que teníamos wifi, y encima Jordi encontró una convención de los mejores mentalistas del mundo que se hacía en Alemania en el mes de mayo...Así que en el momento en el que los dos dijimos al unísono: "compramos billete de vuelta??" se nos iluminó la cara y un mariposeo se apoderó de nuestro estómago como nunca antes había pasado al pensar en volver. Nos pusimos a buscar vuelos y compramos uno que salía en unos 20 días desde Lima, nos dimos el tiempo suficiente para ver lo que queríamos conocer de Perú antes de partir. QUÉ EMOCIÓN!!! Os podemos prometer que estábamos mucho más nerviosos comprando el billete de vuelta a casa que el de salida!! Nos costó mucho dormirnos, pensando si lo decíamos a la familia o volvíamos por sorpresa, ya que era antes de lo previsto...Pero no nos pudimos contener!! Acabábamos de poner fecha de final al viaje (que no a la aventura, ya que la aventura sigue por mucho tiempo más aunque hayas vuelto a casa). Y además estábamos muy contentos porque el dinero que hubiéramos gastado en los dos próximos meses de viaje (que era lo previsto) lo tendríamos para poder alquilarnos un pisito, que era lo que más nos apetecía: TENER NUESTRO NIDITO DE AMOR!! Y NUESTRA COCINA!!
Bueno chic@s, con esta súper noticia os dejo...Siguiente y último post del viaje: LIMA E IQUITOS POR EL AMAZONAS. No os lo podéis perder!!