sábado, 8 de agosto de 2015

BOLIVIA: LA PAZ Y LAGO TITICACA

Al acabar el emblemático tour del Salar de Uyuni, dormimos esa noche en Uyuni para descansar bien y a la noche siguiente tomamos un tren en dirección Oruro, con la intención de seguir luego hasta La Paz. Nuestros amigos argentinos Ceci y Claudio nos ofrecieron muy amablemente seguir con ellos en coche, ya que también iban hacia La Paz, pero nos hacía gracia hacer al menos un viaje en tren, ya que la red ferroviaria boliviana fue muy reconocida, cruzando todo el país atravesando esas increíbles montañas. Aunque hay que decir que a medida que han ido invirtiendo en carreteras se han ido olvidando del tren, quedando a día de hoy muy pocos tramos abiertos. Pero el tramo de Uyuni a Oruro estaba abierto, y por lo que leímos, es de los peores tramos para hacer en carretera, así que qué mejor que tomar el tren? Fueron unas 8 o 10 horas de tren, sentados en asiento un poco reclinable, con calefacción y lavabos, así que viajamos cómodamente aunque sin ver nada de paisaje porque era de noche. Al amanecer vimos que estábamos cruzando un lago enorme. 

Al llegar a Oruro por la mañana ya echábamos de menos a nuestros amigos argentinos, así que decidimos ir a un hotel a pedir que nos dejaran conectarnos al wifi y pudimos contactarlos. Tuvimos la suerte de que decidieron hacer noche en Oruro y seguir a La Paz al día siguiente, así que quedamos con ellos en su hotel y emprendimos juntos el camino hacia La Paz. Estar con ellos ya era como estar en familia.




La Paz es la ciudad más grande del altiplano, y la capital en funciones de Bolivia. En el 2014 fue reconocida como una de las nuevas 7 ciudades maravillas del mundo, y es que esta ciudad no deja indiferente a nadie. Está ubicada a 3000 msnm la parte más baja, y fue creciendo hacia la ladera de las montañas hasta 4100 msnm la parte más alta, dando a la ciudad un aspecto de embudo. Este crecimiento se debió a la inmigración de campesinos buscando un futuro mejor, de manera que hay una buena mezcla de aymaras, quechuas y gente de todo el mundo. 

De Oruro a La Paz tardamos sólo 2 horas en la súper camioneta de Claudio, y ese momento en el que aparece ante tus ojos la vista desde arriba de la ciudad de La Paz queda grabado en tu retina para siempre. Como si de una maqueta se tratara, de la nada aparece un valle plagado de pequeños edificios y casitas que se extiende como una marea de ladrillo hacia las laderas de las montañas. Está rodeado de picos altísimos y nevados, entre ellos el Illimani, un pico de casi 6500 msnm.




Por el camino íbamos los 4 hablando de que nos habían comentado que en Bolivia, y sobre todo en La Paz, debíamos tener mucho cuidado con la FALSA POLICÍA, así que en uno de los controles de carretera que pasamos donde había un policía real, le preguntamos sobre esto y nos dijo que sí que había y que se podía distinguir porque no llevaban coche de policía. ¿Y cómo dejan que esto suceda? Nos parecía increíble. Al entrar en La Paz, nos vimos atascados a causa de un desfile de las fuerzas armadas, precisamente de la marítima... ¿Y cómo puede ser si Bolivia no tiene mar? Entonces nos dimos cuenta de que reivindicaban cantando con mucha energía que iban a recuperar el mar que les quitó Chile hace ya muchos años. Y en éstas estábamos cuando apareció un policía en la ventanilla de Claudio diciéndole que iba a multarle porque lo habían visto ir por la autopista a 80km/h cuando la velocidad permitida son 60km/h, todo esto con una libreta bastante dudosa y acompañado por dos policías más metidos en el coche de al lado, el cual no era un coche de policías, era un coche normal de color verde. Y encima, Claudio sabía que no había ido a 80km/h, sino que de 100-120km/h no había bajado, así que sabía que estaban mintiendo. Claudio le dijo que sí que había ido a 60km/h todo el rato y el "policía" le pedía que estacionara el coche y se bajara, a lo que Claudio, ya enfadado, le gritó "Apártese! Yo voy a seguir!!" y arrancó de nuevo y el señor "policía" se fue sin poner impedimentos. Qué caras más duras!! Cómo puede ser que vayan por ahí disfrazados de policías timando a la gente y no les pase nada??!!


Desfile de las fuerzas armadas y caravana de coches al lado.

Nos buscamos un hotel los 4 juntos y salimos a descubrir esta ciudad. Lo primero que nos impactó fue ver el mercado de brujería: hay muchísimas tiendas que venden hierbas, velas, cosas raras, animales disecados, y hasta fetos de llama bien grandecitos.


Además, en La Paz hay una calle muy famosa por tener muchas tiendas para poder comprar regalos y productos típicos (como las famosas telas de colores) a un buen precio, por lo que dediqué una mañana a comprar estas telas, jerseys de lana de llama y otras cosas para nosotros, las madres y las amigas y lo enviamos a Barcelona. Por suerte, no me había dado por hacer esto en todo el viaje, y digo por suerte porque descubrimos que aunque el producto sea muy barato, con el envío te sale casi igual de caro que comprarlo en Barcelona. 




La Paz está llena de iglesias bastante bonitas que a momentos te hace pensar que podrías estar en Europa.



Pero lo mejor para ver en La Paz es subir hasta El Alto cogiendo los teleféricos que construyeron hace bien poquito. Con ellos han conseguido que la gente pueda subir casi 1000 metros en 15 minutos, ya que en autobús era lentísimo. Las vistas son muy impactantes y la subida es bien empinada hasta llegar al barrio de "El Alto", que como su nombre indica, es el más alto de La Paz. Tiene mala fama por haber mucha delincuencia y todos los locales nos avisaban de que fuéramos con cuidado. Queríamos ver las vistas de la ciudad de La Paz, así que buscando el mejor mirador vimos que la parte más alta era un edificio que estaba en construcción, nos acercamos y le preguntamos al dueño si nos dejaba subir al terrado para fotografiar las vistas, a lo que el hombre accedió amablemente. Y tomamos estas fotazas:



"COLGATE" y nunca mejor dicho...jejeje. (Chiste malo)





Tardamos poco en irnos, ya que al lado había una terraza llena de alcohólicos armando jaleo y parecía que nos miraban, así que la visita a El Alto fue más bien corta. Y de hecho, el día que salimos en coche de La Paz para seguir nuestra ruta, tuvimos que pasar por El Alto y nos perdimos... Hay un caos monumental de coches (sólo Claudio era capaz de conducir en ese sitio sin ser de allí) y encima habían pintadas por todas partes de este estilo:

"LADRÓN PILLADO SERÁ QUEMADO" y otras que decían "COCHE EXTRAÑO SERÁ QUEMADO"... Qué mal rollo, y encima nos perdimos por allí!!


Vimos que esta ciudad (La Paz) es muy animada todo el día, y también por la noche, pero entre lo alta que está la ciudad, el tener tantas cuestas, tantos coches transitando a lo loco y sin normas, tantos atascos y tanto humo y polución, se hacía muy difícil de caminar. Nos pareció desagradable por todo esto, así que decidimos irnos al día siguiente hacia el Lago Titicaca. 

Imaginaos en qué punto están que ponen a estos monigotes tan divertidos para concienciar sobre los pasos de cebra.
 Entre unas cosas y otras, partimos pasado el mediodía, con la idea de parar en las ruinas Tiwanaku, que son de las más famosas de Bolivia. Llegamos a las ruinas cuando justo acababan de cerrar, y tuvimos que decidir si dormir allí o no para verlas al día siguiente, pero entre que el pueblo no valía nada, que Ceci y Claudio iban con el tiempo de viaje bastante apretado, y que a Jordi y a mi no nos hacía especial ilusión ver otras ruinas; decidimos tirar para el Lago Titicaca. Y aquí nos pasó una de las más grandes anécdotas del viaje: NOS DIMOS A LA FUGA DE LA POLICÍA. Ahora explico cómo fue: al coger la carretera, vimos de lejos que había un control policial y que los policías iban especialmente armados y con trajes muy especiales, y que en ese momento no tenían coche, cosa que nos sembró la duda. ¿Serán policías de verdad? Nos íbamos preguntando cuando nos hacen la señal de que paremos, y con esto de decidir si parábamos o no, Claudio ya paró el coche un poco más lejos de lo que tocaba. Se acercaron, y nos pidieron que bajáramos del coche para inspeccionarlo, a lo que Ceci respondió que nosotros no llevábamos nada, sin querer bajar la ventanilla ni abrir la puerta, motivo por el que la señora policía tocó la maneta de la puerta para abrirla. En ese momento, Ceci  dijo "Me está manoteando la manija, arranca Clau!!!", a lo que Clau obedece sin dudar ni un segundo. Jordi y yo, instintivamente nos agachamos y nos cubrimos la cabeza diciendo "que nos van a disparar!!" y pensando "Estos dos están locos de remate!!" y mientras discutíamos si parar o no porque nosotros les decíamos que creíamos que sí que eran verdaderos, llegamos a un peaje donde había policía real. Pararon el coche y se bajaron explicando a la policía que habíamos visto policía falsa unos 5 km atrás, que nos querían robar y que fueran a detenerlos...Cuando apareció un 4x4 pick-up a toda velocidad con los 4 o 5 agentes con la ametralladora apuntándonos, se bajaron de un salto y fueron hacia Clau diciéndole que estaba detenido. Los otros agentes abrieron el coche y nos dijeron que les abriéramos las mochilas y se pusieron a registrarlas...No dábamos crédito a lo que estaba pasando, hasta que la cosa se calmó un poco  y pudimos hacerles entender que pensábamos que era policía falsa que nos querían robar el coche, y ellos nos comentaron que por el tipo de camioneta que era y por darnos a la fuga estaban convencidos de que éramos traficantes...Y nos reímos todos del malentendido finalmente y nos dejaron seguir. Pudimos suspirar tranquilos y nos fuimos riendo todo el camino de la locura que acabábamos de hacer, de cómo podía haber acabado todo... Y estos lindos paisajes nos acompañaban todo el rato:




Y hablando hablando anocheció y seguíamos en la carretera con un serio problema: para llegar hasta Titicaca (o Copacabana, el pueblo costero) hace falta un barco que te cruza una parte del lago, el cual ya había dejado de trabajar hasta el día siguiente. Tocaba hacer noche en el camino, pero no encontrábamos NADA DE NADA, todos los hoteles que se veían estaban cerrados, así que ya íbamos bromeando con dormir en el coche cuando vimos una señal de un hotel que estaba escondido al final de una carretera. Al llegar a la verja, vimos que era una casa enorme también cerrada y con todo apagado, estaba todo oscurísimo y empezaba a parecer una peli de terror. Empezamos a preocuparnos, hablando de que no teníamos comida, que no había nada abierto...Cuando de repente apareció de la nada un boliviano tocando con los nudillos en la ventanilla de nuestro coche. TOC-TOC...QUÉ SUSTO!!!! Hacía tanto frío que al hombre entre el gorro y la bufanda casi no se le veía la cara, pero oímos que nos ofrecía abrir el hotel para nosotros. Un poco dubitativos accedimos a la propuesta (decisión fruto de la desesperación), así que entramos al hotel y nos quedamos alucinando de lo grande y lo bonito que era. Encima el hombre era súper amable y se le veía buena persona, nos ofreció dos habitaciones increíbles con vistas al Lago Titicaca y nos dijo que nos podía cocinar trucha pescada por él mismo en el lago para cenar!!! ¿Cómo podíamos tener tanta suerte? El plato de trucha estuvo riquísimo y nos quedamos hasta las tantas charlando con el propietario también, que era un boliviano muy autóctono (hasta nos costaba entenderlo) y nos contó cosas muy interesantes. Aquí van algunas instantáneas de las vistas que teníamos y del hotel:



Jordi haciendo sus estiramientos en esta súper habitación.

Este es el hotel visto desde el lago, IDÍLICO verdad??





Dormimos de muerte todos menos Ceci, que se empezó a asustar en medio de la noche y quiso enviarle unos mensajes a sus hijos informándoles de dónde estábamos por si acaso, cuando vio que era imposible tener cobertura, cosa que la asustó aún más. Por la mañana nos trajo el desayuno y nos fuimos a adentrarnos al lago con una barquita que nos ofrecía el señor. Nos fuimos los 4 y comprobamos lo difícil y duro que es remar, y lo fácil que parece cuando lo hace un profesional.





Después decidimos emprender de nuevo el camino, cuando tuvimos un pequeño rifirrafe con el señor, que nos quiso cobrar varias cosas a las que parecía que nos invitaba. Llegamos a un acuerdo y aun así nos fuimos alucinando de la suerte que habíamos tenido por encontrar uno de los mejores hoteles en los que habíamos estado nunca cuando parecía que nos iba a tocar dormir en la cuneta. Entre esto y lo de darnos a la fuga...QUÉ INTENSIDAD!! No nos imaginábamos que viajar con una pareja de la edad de nuestros padres podía ser tan emocionante!!jejeje.

Al llegar a la orilla del lago, debíamos atravesar un trocito de lago en barca para llegar al otro lado y tomar la carretera hacia Copacabana, lugar en el que  nos hizo gracia ver que cruzaban en los cargueros hasta los autobuses y los coches.


El tramo que hicimos en coche desde allí hasta Copacabana fue impresionantemente bonito. Paisaje de montaña con vistas al lago siempre diferentes y a otras montañas. 





Y Copacabana nos pareció más bonito de lo que pensábamos, con una de las iglesias más importantes de Bolivia, así que nos entretuvimos visitando la iglesia y comiendo por allí, pensando que no pasaríamos ni una noche en Copacabana. 

Copacabana desde la carretera.





Para muchos viajeros, Copacabana es sólo un pueblo de paso para acceder a la Isla del Sol, una isla que hay dentro del Lago muy sagrada para los Incas y que posee ruinas importantes de aquél imperio. Cuando decidimos ir al puerto para coger el ferry que nos llevaría a la isla, nos dicen que el que veíamos era el último barco para el día de hoy y que estaba zarpando ya. Clau dijo que queríamos ir los 4 pero que antes debía encontrar un párking donde dejar la camioneta, cosa que los locales vieron difícil y nos dijeron que no daba tiempo, que el barco salía ya. Con las prisas decidimos que Jordi y yo tomaríamos ese barco y que ellos irían a guardar bien el coche y que encontrarían la manera de llegar luego o que vendrían mañana. El camino fue precioso, pero ya fuimos preocupados sobre si habíamos hecho bien dejando atrás a Ceci y Clau, que por qué nos habíamos dejado llevar por las prisas del momento si nosotros no teníamos ninguna prisa... Ahí van algunas imágenes del viaje de dos horas en barco:








Y encima en la Isla del Sol era imposible tener wifi. Estábamos así en uno de los picos buscando cobertura, cuando oímos que venía un barco cargado de turistas (y eso que nos dijeron que era el último!!)...¿Serán ellos? Cuando empezamos a saludar y nos llega un grito de SAGÁRNAGA!! (esto es por una broma que llevábamos entre nosotros desde Uyuni muy larga para explicar por aquí). Eran ellos!! Pero cómo se nos fue cambiando la cara cuando vimos que su barco pasaba de largo y no paró en nuestra playa... Resultó que tomaron un barco hacia la otra playa con la idea de venir a visitarnos a nosotros al día siguiente, pero entre que el día siguiente diluvió y que se estaban encontrando un poco mal por tanta altura y haber tantas escaleras, decidieron volver a Copacabana. Y al no haber manera de comunicarnos, ellos no sabían cuántos días nos íbamos a quedar, y a ellos ya les quedaban pocos días para todos los kilómetros y paradas que aún tenían por hacer, por lo que decidieron proseguir la ruta. Fue doloroso separarnos sin poder despedirnos, y en cuanto volvimos a recuperar el wifi nos contactamos para despedirnos y no hemos dejado de tener contacto aun con ellos. Es increíble cómo nos hemos tomado tanto cariño y cómo hemos congeniado tan bien a pesar de la diferencia de edad. Han sido de los más grandes tesoros que nos llevamos de esta aventura y que esperamos recibir algún día en Barcelona. 

Y volviendo al lago Titicaca, resulta que es de los lagos más grandes del mundo (casi 10000 km2), el más elevado del mundo (a unos casi 4000 msnm), con una profundidad promedia de 100m (aunque en algunos puntos hay 300m de profundidad) y perteneciendo una mitad a Bolivia y la otra mitad a Perú. Se considera uno de los lugares más mágicos del planeta por todas las leyendas que contiene y la verdad es que una fuerte energía se nota al estar allí. La altura también se sufre un poco y al llegar a la Isla del Sol aún más, pues nada más llegar ves que la isla es súper empinada y que hay que subir cientos de escalones para llegar a cualquier hotel. Esa misma tarde fuimos a ver el atardecer desde uno de los picos y fue increíblemente bonito. El sol se pone entre montañas altísimas que rodean el lago y que están nevadas.








A pesar de ser una isla, el plan allí no es bañarse o ir a la playa (que yo pensaba que sí) ya que hace bastante frío y el agua está helada. Así que teníamos la idea hacer la isla andando y ver las ruinas, pero amaneció diluviando y nos dijeron que no iba a parar por días. Por este motivo y porque ese día el "Departament" publicaba en qué escuela me iba a tocar trabajar en septiembre (SÍ!! TRABAJAR!! qué raro suena...) y estábamos algo nerviosos, decidimos volver a Copacabana, ya que al menos hay wifi y algo más que hacer si llueve, y no se gasta tanto ni en los hostels ni en las comidas. Pero antes de volver a Copacabana, os comparto algunas bonitas fotos de esta peculiar isla:

Vista de la isla nada más llegar al puerto, bien verde y empinada!

Totoras, embarcaciones tradicionales de los habitantes del lago.

Interminables escaleras para llegar al poblado y a los hostels, pero qué bonita naturaleza!


Vistas desde la ventana de nuestra habitación...Impagables!





No nos podíamos ir de la isla del Sol sin antes hacer un poco de magia para hacer más llevadera la espera del barco.
Al llegar a Copacabana, cogimos un hostel muy mono y baratito, pero la habitación era tan pequeña que solo cabía la cama y una mesita y tenía la cama hecha polvo y nos dimos cuenta cuando íbamos a dormir que se clavaban dos hierros enormes en nuestros cuerpos. Tuvimos que poner en el suelo todas nuestras cosas, apoyar el somier en vertical en la pared y poner el colchón en el suelo. Hay que apañarse como sea!! 



Al día siguiente vimos que esta pequeña ciudad nos estaba enamorando, y que nos venía muy de gusto pasar una semanita tranquilos sin tener que visitar nada, sólo descansar, pasear, leer, estudiar, hacer blog...Así que buscamos una habitación mejor y nos instalamos allí a reponernos un poco después de todo el tute que llevábamos entre Uruguay, Brasil y Bolivia, 3 países en los que no habíamos parado.

Nuestro nuevo hostel con su jardincito y sus maravillosas vistas.

En Copacabana nos relajamos y nos dedicamos a avanzar blog, leer, estudiar, subir un cerrito para ver las puestas de sol, ir al mercado, cocinar, mirar las diferentes manifestaciones y fiestas que organizaban los partidos políticos porque estaban a punto de tener elecciones, y a comer mega fresquísimas truchas sacadas del lago por menos de 3 euros:


                                                                                     
Coloridas manifestaciones y fiestas donde corría el alcohol. 
Deliciosa trucha con vistas al lago.














Tras pasar una semana allí y un poco agobiados porque llovía casi cada día, la conexión era lentísima y sobre todo porque hacía muchísimo frío incluso dentro del hostel desde que se ponía el sol, decidimos que era hora de abandonar Bolivia y pasar al siguiente destino: PERÚ. 

Bolivia lo definiríamos como un país donde nos han demostrado que el ser humano es capaz de adaptarse a cualquier condición de vida, ya que hay muchísimas personas viviendo en lugares imposibles por la altura y la falta de oxígeno, e incluso la falta de cultivos, ya que en esas alturas casi que ni los vegetales pueden desarrollarse. Tiene una situación muy especial dentro de nuestro planeta, ya que este país está situado en el Altiplano, poseyendo así paisajes inimaginables. También es súper interesante por su cultura; ya que tienen una rica historia gracias al imperio inca, la invasión de los españoles, etc... Cosa que también ha hecho que sea un país muy curioso a nivel religioso. Ver a sus habitantes tan indígenas, pero con caras medio españolas, que pueden hablar tu idioma pero que los sientes tan alejados de ti es fascinante. También es impactante ver cómo un país tan y tan rico en materias primas y reservas naturales, puede llegar a tener gente tan pobre, pero tan humilde, sencilla y honesta a la vez. Definitivamente, Bolivia es un destino obligado, de los pocos países que quedan donde aun se conserva su autenticidad, donde te puedes entender por el idioma pero conociendo algo tan alejado a nosotros. Y por qué no decirlo siendo mochileros, el destino más económico de latinoamérica: se puede comer por 1 euro (como comen los locales) y dormir por 5 euros. GRACIAS BOLIVIA, TE LLEVAREMOS SIEMPRE EN NUESTRO CORAZÓN!!

Hasta el próximo capítulo...que será otro de los grandes: MACHUPICHU!!



2 comentarios:

  1. Mi muy queridos chicos !!!!!
    Que lindo volver a recordar cada rato compartido con Uds Potosi Uyuni Oruro La Paz ni hablar de LA FUGA que momentoooooo!!!!! Y el hotel del Aimara y sus truchas , Copacabana y demas pero saben que ??? Tuve un momento que me afecto mucho cuando escuche el SAGARNAGA de Jordi en la Isla del Sol y no poder bajarnos del barco Sinceramente me impacto y esos dias ya nos costo un poco acomodarnos nuevamente Hemos hecho un gran cuarteto espero se repita Bah !!! estoy seguro que se repetira Los quiero mucho.
    Clau

    ResponderEliminar
  2. Los quiero!!!!!!!!!!!!! que bien contado, que bien lo pasamos, todo tal cual, me encanto leer cada detalle, la fuga jajaja buenisimo. Realmente fue maravilloso haberlos conocido. Les mando muchisimos besos y espero podamos encontrarnos nuevamente ya sea en Barcelona o en Argentina. LOS QUIERO CHICOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOSSSSSSSSSSSSSSSS Ceci!!

    ResponderEliminar