jueves, 25 de junio de 2015

SALAR DE UYUNI: DE LOS LUGARES MÁS IMPACTANTES DEL PLANETA.

Hola!! 
A pesar de que llevamos ya más de un mes en Barcelona, me hace ilusión acabar el blog y compartir con todos vosotros/as las últimas aventuras que vivimos; entre ellas, uno de los puntos del planeta que más nos enamoró: el Salar de Uyuni. Hicimos un tour de 3 días, y aunque al principio no entendíamos por qué tantos días para visitar un salar, luego nos dimos cuenta de que no es sólo eso, sino que se recorren casi 1000 km en total viendo paisajes súper variados que te hacen pensar que estás en otro planeta. 



Como ya sabéis, fuimos a Uyuni desde Potosí con nuestros nuevos amigos argentinos en su súper camioneta, gracias a lo que sólo tardamos unas dos horas y media en llegar. La carretera está asfaltada, pero llena de curvas, y según nos dijeron el bus tarda unas 5 o 6 horas en hacer ese trayecto. El camino hacia Uyuni ya empieza a ser bastante sorprendente y espectacular, lleno de montañas de piedras que salen de la nada, montañas rojizas, montañas nevadas, yamas… Llegamos a Uyuni por la noche y costó un poco encontrar hotel, pues es una zona muy turística y, para variar, no habíamos reservado nada. Sólo había sitio en uno muy muy chungo y en otro que se salía un poco de presupuesto, pero ya que íbamos con nuestros amigos y ellos sí que estaban dispuestos a pagar un poco más por tener comodidad, nos quedamos con ellos…Y qué carajo!! Que en éste hotel entraba el desayuno, había agua caliente y calefacción en la habitación!! Que en Uyuni por la noche se está entre -10º y 10º de temperatura!! Nosotros no teníamos abrigo ni ropa de invierno, pero entre un jersey de lana de yama que compramos y ponernos todas las capas de ropa que teníamos estuvimos bien. 

A la mañana siguiente, y después de pasar una noche comodísimos y de lujo total, nos fuimos del hotel a preparar el tour, pero no sin antes ver el arte de la picardía argentina. Nuestro amigo Claudio, al despedirse del jefe del hotel, le dijo que en 3 días volveríamos del tour y que si nos dejaba la habitación a mitad de precio pasaríamos esa noche en su hotel. Y con su buen hacer y su gracia personal lo consiguió!! Jolín, después de más de año y medio viajando y Claudio nos enseña que aún nos queda mucho por aprender!!

Ese día tocaba ir preguntando por todas las agencias (hay a centenares) a ver cuál nos ofrecía el mejor trato, y nos teníamos que decidir pronto porque entre las 10-11 de la mañana arrancaban los tours. Encontramos una en la que Claudio, rey del regateo, sacó otra buena oferta y consiguió que casi no nos cobraran los sacos de dormir de alquiler (ya que recomiendan llevar saco de dormir gordo porque se duerme en negativo -de temperatura- las dos noches). No hay mejor “economistas” que los argentinos!! Los grupos que suelen montar en los tours van de 6 a 8 personas, más el conductor del 4x4 y a la vez guía, aunque lo mejor es que el grupo sea de 6 ya que hay muchas horas de coche y realmente sólo hay 6 plazas, meter a 8 personas ya es ir “a lo boliviano”. Así que nos tocó a los 4 junto con dos chicas muy amigas que andaban viajando juntas. Eran extranjeras y tenían sobre 20 años, pero hablaban muy bien castellano y eran muy majas, por lo que hicimos un buen equipo y supieron entender todo el cachondeo y las bromas que llevábamos haciendo con Claudio y Ceci desde que nos conocimos.  Aquí tenéis el equipazo:



El tour empezó, como todos los tours, haciendo una parada en el cementerio de trenes, a tan sólo 10 minutos de la ciudad de Uyuni. Los guías nos “sueltan” aquí durante casi 1 hora y en ese rato ellos vuelven al pueblo y cargan el coche con la comida necesaria para esos 3 días. Entonces, de repente, te ves allí con cientos y cientos de turistas haciendo cola para hacerte las fotos típicas en los trenes abandonados. Esa es la realidad, la parada no tiene mayor atractivo que hacerte fotos en vías y trenes antiguos y oxidados; ya que Bolivia fue un país con una red ferroviaria muy importante por el hecho de ser un país a tanta altura y entre tanta montaña, lo que a medida que van invirtiendo y mejorando las carreteras, van abandonando trenes.  Éstas son algunas fotos:


Lo mejor era este increíble cielo, prometo que la foto está sin retocar.



A partir de aquí, ya empezamos a hacer kilómetros para adentrarnos al salar. Para que os hagáis mejor a la idea y os podáis situar, daré unos cuantos datos bien curiosos sobre el salar, ya que alberga varios récords mundiales, al igual que el país que lo contiene, Bolivia:
Es el salar continuo más extenso del mundo, con 10582 km2 de llana superficie.
Es el salar (y el desierto) más alto del mundo, a casi 4000 metros de altura sobre el nivel del mar.
Contiene 10.000 millones de toneladas de sal, de los cuales se extraen 25.000 toneladas por año.
Tiene 120 metros de profundidad entre varias capas de sal de hasta 10 metros cada una, minerales y capas de lodo al final.
Contiene el 80% de litio mundial, unos 140 millones de toneladas. Esperemos que no les dé por reventar el salar para extraerlo todo, ya que sirve para hacer baterías de litio (las de los móviles), por ejemplo.
Cada año, 3 especies de flamencos sudamericanos van a criar al salar y a esa zona.
Cada año recibe unos 60.000 turistas.
 Nada más llegar al principio del salar ya se hace una primera parada que ya es bastante impresionante, aunque se queda en nada comparado con lo que veremos luego. Y la siguiente parada es en uno de los hoteles de sal, ya que la sal se puede usar de material de construcción y para hacer esculturas:




Y al llegar al hotel vimos que se estaba celebrando una boda de 3 parejas de japoneses…lo que no se les ocurra a los japoneses!!



A partir de aquí hicimos bastantes kilómetros del tirón por la llanura del salar, momento en el que te das cuenta de la basta extensión que hay bajo tus pies…Sólo se ve suelo blanco sin nada más en el horizonte. Y en este momento es también cuando todos los 4x4 se esparcen por la llanura y se disfruta de un poco de intimidad. Aquí va un vídeo de lo que es conducir sobre esa llanura:


Paramos en el típico punto del salar donde todo el suelo es totalmente llano y blanco, sin nada más que el cielo en el horizonte, para hacer fotos con ilusiones ópticas:

El salar está formado por "cicatrices" exagonales.





Y esta es la mejor de todas, nos la hizo nuestra amiga Ceci diciendo que había quedado muy bien y luego vimos que no coincidía nada...Así que aunque la foto quedó fatal nos reímos un buen rato, porque además no fue solo esta foto, hubo unas cuantas!!

Allí mismo, el guía preparó la comida (ya llevaba cocinado carne empanada, arroz y ensalada) y allí comimos de pie, ya que nos dimos cuenta que la sal se enganchaba a la ropa y hacía una costra blanca imposible de quitar…Así que imaginaros cómo acaban los coches!! Cada día les tienen que pasar agua a presión y repararlos cada dos por tres.  Y la sensación de estar en el salar es de bastante calor y dañina para los ojos de tanto sol reflejado en la blancura de la sal; y aunque nosotros no llevamos nunca gafas de sol tuvimos suerte y nuestras compis nos dejaron unas gafas de sol que llevaban de sobras, menos mal!!


Después de la comida hicimos otra parada en la “Isla del Pescado”, que es una isla en medio del salar que estaba debajo del mar hace millones de años, por lo que es una isla entera de coral y está llena de cactus gigantes, ya que son la única especie capaz de vivir en el salar. Subir a esta isla se paga aparte, pero vale la pena ya que es como ver el salar desde un mirador, y la isla en sí tampoco tiene desperdicio, es bien curiosa!!






Y por último en ese primer día, vino una de las paradas más espectaculares: una zona del salar donde hay un dedo de agua sobre el suelo, de manera que hace un efecto espejo y parece que estés en el cielo:








Éste es un buen motivo para mirar en qué época del año ir al Salar de Uyuni, ya que si es temporada muy seca, no se encuentra este efecto espejo, y si es temporada lluviosa puede que te pases el tour lloviendo. A nosotros nos coincidió que justo había acabado la temporada lluviosa.

De camino hacia el hotel, vimos plantaciones extensísimas de kinoa, un cereal no muy utilizado en nuestra tierra, pero que tiene muchas propiedades. Bolivia, cómo no, es el mayor productor del mundo.




Esa primera noche dormimos en un hotel de sal, pero en uno bastante básico. Lo pasamos genial conversando y tomando una botella de vino con nuestro “equipo”. Por la mañana, a pesar del madrugón, cuando nos dispusimos a salir el coche no iba, por lo que tuvieron que enviarnos a otro conductor con otro coche desde Uyuni. Esto tardó más de 3 horas, por lo que aprovechamos para ver un pequeño museo que había en esa zona. Nos impactó lo bien cuidado y documentado que estaba, en él explicaban sobre una antigua civilización que había habido en ese lugar hace miles de años. Lo más curioso es que deformaban el cráneo de las personas pertenecientes a la nobleza desde que nacían, y se podía ver algún cráneo con forma de cono. Y también enterraban a los difuntos dentro de un agujero en una roca, sentados y con las rodillas dobladas, y con todas sus pertenencias. Aún conservaban algunas momias por allí.


Nuestra básica habitación de sal.

Ese segundo día hicimos muchos kilómetros para llegar a la laguna rosada, pero por el camino vimos paisajes increíbles, como éste lago de varios colores y lleno de flamencos, un zorro, el árbol de piedra en medio de la nada o esa montaña llena de ondas de diferentes colores:










Ese día subimos a más de 5000 metros de altura y pasamos al más puro invierno: lluvias, frío y hasta nevadas!!

Cuando llegamos a la laguna rosada fue alucinante: cuánta preciosidad!! La laguna se ve rosa porque contiene unas algas que le dan ese color, aunque estaba tan nublado que en las fotos no se aprecia bien el color. Además, estaba lleno de flamencos y rodeado de montañas nevadas!! Y lo más curioso fue descubrir que el agua de ese lago nace de la tierra, no viene del deshielo, por lo que a pesar del frío que hace fuera, el agua es caliente!!





Tachán!! Uno de los nacimientos de agua caliente, cristalina y sabrosa: buenísima para beber!




Esa segunda noche paramos en un hotel aun más perdido en medio de la nada, por lo que no había ni duchas ni electricidad, y debíamos dormir en un cuarto compartido a unos casi 5000 metros de altura. Subimos una pequeña montaña para entrar en calor y ver un atardecer espectacular, cenamos con nuestros compis bien abrigados y Jordi amenizó la velada con un poco de magia:








Esa noche dormimos mal, entre "la orquesta" de nuestros amigos argentinos, la falta de oxígeno y el insomnio que también ocasiona la altura; pero por suerte teníamos que levantarnos a las 5 de la madrugada para ver el amanecer en unos geiseres. Desde que arrancamos el paisaje estaba totalmente nevado y hacía mucho frío, pero tras 1 hora de coche aproximadamente llegamos a los geiseres. Inocente de mi, me esperaba un pequeño chorro de gas saliendo de algún agujero en la tierra… Se me olvidaba que estamos en Bolivia y aquí todo es a lo espectacular!! Desde lejos se empiezan a ver columnas de humo:


Al llegar me faltó tiempo para meterme en aquellas fumarolas naturales: eran como un vapor de agua muy caliente y con peste a huevo podrido. Además, de donde salen suele ser un suelo lodoso que está en ebullición…definitivamente es de los caprichos de la naturaleza más originales que hemos visto nunca. Y el paisaje parecía LUNAR!!













Después seguimos hacia la Laguna verde, que es verde por unos minerales que contiene en el suelo, pero estaba muy tapado por las nubes y no se podía ver nada. Pero igualmente vimos otros lagos preciosos y montañas nevadas:




Y acabamos viendo otra laguna, que aunque no es la famosa Laguna verde, contiene los mismos minerales y tiene el mismo maravilloso efecto:



Después hicimos otra de las mejores paradas del tour: las aguas termales. Al igual que en la laguna rosada, hay un nacimiento de agua en la tierra de donde el agua sale súper caliente y limpia, y allí nos bañamos (al fin!!) y nos relajamos, con la visita de una simpática llama:



Seguimos haciendo los últimos kilómetros y paramos a comer en un precioso prado:




Y de allí fuimos a la última parada del tour: el cementerio de piedras. Es una zona llena de bloques de piedra en medio de una llanura que parecen edificios y parece que formen ciudades. Y donde se hace la parada es una zona en la que se han hecho formaciones rocosas extrañas y originales, y algunas de las piedras se mantienen en equilibrio:





Ese tercer día, se acababa el tour, y aunque fue el día que más kilómetros hicimos, cada km valía la pena porque era diferente al anterior y cada vez más impactante. Llegamos a Uyuni y nuestras compis se iban hacia la Paz en bus toda la noche (qué pereza después de tantos kilómetros!!); pero nosotros nos quedamos a pasar la noche tranquilos con nuestros amigos Ceci y Claudio en el hotel que magistralmente Claudio había sacado a mitad de precio… Cómo lo disfrutamos esa noche!!! Ducha de agua caliente, calefacción…mmmmmmm… Y encima nos pegamos una señora cena: costilla de llama a la parrilla!! Daba un poco de pena después de haberlas visto durante 3 días tan bonitas en libertad, pero son un manjar!!




El día siguiente lo pasamos tranquilos en Uyuni, paseando y sacando fotos, ya que es un lugar que da para hacer millones de fotos…pobre gente la que vino hace muchos años con cámara de carrete!!! Nuestros amigos argentinos se fueron con su camioneta, pero Jordi y yo decidimos hacer una parte de Bolivia en tren, que ya que son tan típicos, había que probarlos!! Y la verdad que se viaja súper bien, y aunque sean asientos, se reclinan y se puede dormir. 
Definitivamente, recomendamos este punto del planeta donde se reúne tanta belleza y tantos caprichos de la naturaleza. Es un subidón para el alma estar allí, gracias Salar de Uyuni!!