domingo, 25 de mayo de 2014

CAMBOYA: capital y campos de exterminio.

Hola familia;
en este capítulo hablaremos de la capital de Camboya y de parte de su cruel y reciente historia, hasta entonces desconocida para nosotros.
Después de nuestra aventura en Ratanakiri, tomamos un bus de 11 horas a la capital de Camboya, Phonm Penh. El viaje fue un infierno, pues como bien expliqué que son forofos del karaoke, fueron 11 horas con la televisión emitiendo canciones de karaoke a todo volumen que para nosotros sonaban igual, y para los camboyanos debía ser un buen momento para practicar. Cuando variaban del karaoke, ponían un programa de humor en el que se pasaban en rato gritando. 
Cunado llegamos a esta ciudad, recibimos un gran impacto, pues nada tenía que ver con la zona que acabábamos de dejar. Había un montón de tráfico, edificios, discotecas, restaurantes...Y camboyanos súper modernos haciendo aerobic en el paseo del río.














Uno de los días lo dedicamos a pasear por esta ciudad, y cómo no, visitar el mercado. Aunque las visiones y los olores en estos mercados no son muy bonitos que se diga, siempre acabas saliendo habiendo decidido ser vegetariano, considero que los mercados son visita obligada para conocer la vida del país. Ahí van algunas fotos:
 El snack preferido del sudeste asiático...tienen buena pinta eh?!
 Las tiendas son como veis aquí, cada uno se monta una mesita o alfombra en el suelo y vende lo que tiene. Y nada de neveras!


 Esto son sapos despellejados vivos, así de cruel como lo estáis leyendo. 
 En los mercados es donde se ve la vida local.

Al día siguiente fuimos a ver los campos de exterminio (killing fields) y la cárcel-museo. No teníamos ni idea que había habido un genocidio camboyano y que había sido tan reciente.
Lo primero que hacen al llegar a los killing fields es darte una audioguía que te va explicando la sobrecogedora y cruel historia. Al ir cada uno con nuestra audioguía, se crea un silencio en toda la zona que aún te hace que sientas más la energía que ha quedado allí condensada.
En el año 1975, los jemeres rojos (Khmer significa camboyano), liderados por Pol Pot, tomaron la capital del país. Decían que Camboya era un país capitalista y feudal, y que ellos lo iban a convertir en un país comunista de extrema izquierda, solo de clase campesina. Así, decidieron empezar por asesinar a todos los intelectuales del país (profesores, abogados...),y también a todo aquel que veían que no tenía las manos endurecidas por el trabajo en el campo. 
Entonces decidieron que también se debía matar a toda la familia de cada asesinado, con tal de evitar una futura venganza. Con esto, mataron también a mujeres y niños. Y evidentemente, también mataron a todo aquel que suponían que iba en contra de su régimen. Su consigna era "mejor matar a un inocente por error, que dejar vivo a un culpable por error". Y como no querían que se supiera nada de lo que estaban haciendo allí, también asesinaron a todos los periodistas extranjeros que entraron en Camboya. Con todo esto, llegaron a la friolera de 3.000.000 de muertos, en un país de 8.000.000 de habitantes. ES CASI LA MITAD.
Destruyeron todas las escuelas, pues no querían que nadie tuviera conocimientos superiores, y la mayoría de los templos (es un país fervientemente budista), porque la religión, como en todo movimiento comunista, estaba prohibida. También arrasaron las ciudades y sólo dejaron campos, porque querían triplicar la producción de arroz para abastecer a todos los habitantes. Así, pusieron a todo el mundo a trabajar en el campo de sol a sol, dándoles dos sopas de arroz al día. En cada campo designaban a un capataz que debía de asegurarse que llegarían a una producción X, por lo que maltrataba a los campesinos en contra de su voluntad, ya que si no llegaban a esa producción, a él lo mataban. Murió mucha gente por no soportar esta dureza, y muchos bebés porque tenían a su madre trabajando en el campo y no la dejaban parar para dar de mamar al bebé.
En estos campos de exterminio (habían varios como éste en todo el país), traían a las personas que iban a asesinar con furgones y los ojos vendados, hacían agujeros enormes en el suelo y los iban matando uno a uno haciéndolos caer en las fosas. No los mataban con pistolas, pues resultaba muy caro gastar en balas, sino con un golpe seco en la cabeza hecho con alguna herramienta.



















En la foto de arriba se ven aún algunas de las fosas, el terreno estaba plagado, una fosa al lado de la otra con más de 100 cuerpos en cada una. En la de abajo se ven huesos y trozos de ropa que aun van aflorando a la superficie, pues aunque intentaron desenterrar a la mayoría, al final decidieron dejarlos descansar en paz.



















Los que trabajan hoy en día en el mantenimiento de este campo-museo, van recogiendo en unas urnas todo lo que aún a día de hoy van encontrando. Es escalofriante:





En la siguiente foto podéis ver un árbol en el que encontraron restos de sangre, carne humana, pelos y sesos. No sabian de que podia ser...Y al lado (siguiente foto), una fosa llena de mujeres desnudas y bebés. Por cómo estaban los cráneos de los bebésde la fosa, descubrieron que los cogían por los pies y les golpeaban la cabeza contra el árbol antes de tirarlos a la fosa.





En el siguiente árbol, y en muchos como este, colgaron unos altavoces a través de los que emitían canciones e himnos patriotas y revolucionarios a todo volumen, para que nadie pudiera oír los gritos e imaginar lo que pasaba allí. La música sonaba por todo el país día y noche, y la mezclaban con el fuerte y distorsionado sonido de generadores Diesel, para trastornar aun más a la población.


La última parada de la visita, es este monumento construido en honor a las víctimas. Aquí se recogen todos los cráneos, y en las plantas superiores, los huesos.





Por cómo estaban los cráneos, los forenses pudieron determinar qué tipo de armas usaban para asesinarlos: hachas, palos de bambú, azadas, bayonetas...




Y de hecho en algunos cráneos se puede ver el duro golpe que recibieron y el arma que causó la fractura (en este caso, la herramienta de la foto anterior):




Pero aun no acaba la crueldad, muchos no acababan de morir con el golpe, pero caían a la fosa igual, y luego los regaban con un ácido para que no hicieran tanto olor y los enterraban. No sé bien bien cuántos años tardaron en descubrir los killing fields, pero explican que era propio de una película de terror: el olor, montes abultados de tierra por los gases de los difuntos, huesos asomando...
Este genocidio duró hasta 1979, gracias a una intervención militar masiva vietnamita (país contra el que iba Pol Pot y al cual ataco numerosas veces). Los jemeres rojos, y Pol Pot en especial, se exiliaron en Tailandia, y Pol Pot no murió hasta los 73 años (qué injusto!!), siendo preso oficialmente del grupo que el habia fundado, por alguien que lo envenenó (quien siembra odio, recoge odio). Desde el 2006 y hasta día de hoy, se están juzgando a los lideres supervivientes en un tribunal constitucional por delitos contra la humanidad. Uno de ellos, no pudo más que reconocer todo el daño que había causado y lo culpable que se sentía por ello.

Nos costó recuperar el habla y el aliento, comimos algo, y nos dirigimos a la 2a parte de esta visita. La cárcel S-21. Era una escuela que convirtieron en cárcel (como muchas más), y aquí encarcelaban a la mayoría antes de llevarlos a los killing fields. Aquí los interrogaban y maltrataban con mil técnicas de las que mejor no hablar. Construyeron estas celdas en las que malamente cabe una persona estirada, y metían a todas las personas que hiciera falta en cada celda:



En otras plantas de la cárcel, han hecho un museo, recopilando documentos; entre los que hay archivos de cada preso donde se puede leer: Motivo de la ejecución: "ha contestado como un tonto y sabemos que está en contra del régimen". También hay documentos sobre las experiencias de los supervivientes, los cuales aun arrastran muchas secuelas, como os podéis imaginar.




Lo siento por este post tan cruel y triste, pero es la sobrecogedora historia de Camboya y su gente (y víctimas) merecen todo el reconocimiento y respeto. A nosotros se nos quedó el corazón encogido, pero luego se me engrandeció, pues toda esta gente tienen un lugar en mi corazón. Lo más triste de todo, es que esta historia no cae tan lejos, y todo este daño fue entre gente del mismo país. Si el mundo sigue así de perdido, esto se puede repetir en cualquier momento. Mientras sigamos sin cuidar ni cultivar nuestro mundo interior, deseando lo que no tenemos, odiando al jefe o al vecino, violentándonos por cualquier tontería, identificándonos con el juego de los políticos, no amando a nuestro entorno, no siendo compasivos con quien lo necesita...Cosas tan crueles se pueden repetir en cualquier momento. Todas las guerras son creadas por personas totalmente inconscientes de su función en el mundo, y movidas por estos malos sentimientos. Hemos de empezar por tomar conciencia sobre nosotros mismos, y nuestros sentimientos y pensamientos.

Después de ducharnos y recuperarnos un poco, fuimos a cenar por esta ciudad y nos sorprendió la variedad gastronómica que tiene. Acabamos eligiendo un restaurante local que hacían marisco (calamar y gambas) y carne (ternera) a la barbacoa. MMMmmmm...cuánto tiempo soñando con marisquito a la barbacoa y no medio deshecho entre un caldo de curry!!!


Y esta era mi cara de alegría y subidón cuando la camamrera me dio el plato!!Jeje!!


Bueno familia, el próximo capítulo sera muy diferente: placer en playas paradisiacas!! Un fuerte abrazo!!




jueves, 15 de mayo de 2014

CAMBOYA: aventurote en Ratanakiri

Hola familia!!
La aventura que voy a explicar hoy, merece una entrada aparte...Y además estoy pensando en hacer cada país en diferentes aparatados y más cortitos...porque luego resumir todo lo que hemos vivido en un país en una sola entrada se me hace muy difícil!!

Como ya sabéis, del sur de Laos pasamos a Camboya en autobús junto con nuestra amiga Stefix. El trámite es muy sencillo, aunque mucha gente diga que es mejor tramitar el visado con antelación, nosotros lo sacamos en la frontera en 5 minutos y cuesta 20 dólares. Íbamos sin rumbo alguno (para variar), sin mapa ni guía alguna, así que decidimos destino en el mismo autobús. El autobús que nos recogió en la frontera a todos los turistas, hacía parada en la siguiente ciudad más turística y cobraba 17 dólares por persona: QUÉÉÉÉÉ??!!17 DÓLARES!! Todos los viajeros ya nos habían comentado que Camboya era un poco más caro, pero tanto!! Así que la decisión vino sola: le dijimos al encargado que le pagábamos lo mínimo y que nos bajara del bus donde quisiera. Así, nos paró en una carretera con el consejo de "vosotros mismos, aquí no funcionan las cosas como en vuestro país"...y nos pusimos los 3 a hacer autostop. 1a cosa importante: no se hace como en Europa levantando el pulgar, si lo haces así todos te lo levantarán en señal de OK y no entenderán nada; se tiene que hacer el gesto de que paren el coche. Pasamos un mal ratillo al principio, pues estábamos debajo de todo el sol y apenas pasaban coches...Pero a la media hora, un coche paró con 4 camboyanos dentro, nos hicieron hueco no sé ni cómo, y allí nos metimos 7 adultos en un coche. No hablaban nada de inglés, así que les dijimos que nos dejaran en el próximo lugar donde se pudieran coger buses locales. Eran súper majos, y al final se animaron y condujeron más de una hora sin pedirnos nada, y en vez de dejarnos donde la parada de buses, nos dejaron en la primera ciudad importante al noreste de Camboya: BAN LUNG, en la provincia de RATANAKIRI. 
En este area, empiezan a haber guesthouses porque hay un lago muy bonito y unas cascadas bastante importantes, pero viene poca gente porque cae muy alejado de los centros turísticos de Camboya, que son los templos de Angkor, la capital y el pueblo de playa Sihanoukville, para ir a las islas. Digamos que los viajeros que se acercan hasta aquí, es que vienen con ganas de aventura y de investigar una de las zonas más desconocidas de Camboya. Ya el pueblo en sí es bastante interesante, es vida camboyana 100%, aquí no encontraréis mercadillos para turistas, souvenirs, o comida que no sea camboyana.
Ah!! Y nada más llegar a Camboya hay que enterarse bien cómo va la moneda, ya que los cajeros sólo expenden dólares, así que se paga en dólares (lo que ya encarece todo), y te devuelven en dólares o en moneda local.
Encontramos una guesthouse con dos camas de matrimonio, donde podíamos dormir los 3, por 5 dólares entre los 3, delante de un precioso lago. Y desde allí, miramos en internet qué cosas se podían hacer en esta zona. Vimos que más hacia al norte, habitaban las minorias étnicas, o pueblos indígenas camboyanos, que son menos del 1% de la población, y que habían empresas que te montaban la excursión por 40 dólares. Pero ya que veníamos con espíritu aventurero, decidimos que lo haríamos por nuestra cuenta. Y AQUÍ EMPEZÓ LA AVENTURA!!
Nos levantamos a las 6 de la madrugada, nos preparamos una mini mochila con lo imprescindible para dormir por el camino, y alquilamos unas bicis de montaña. Cuando ya nos disponíamos a salir del hostal, justo el perro de la familia le mordió bien fuerte a la niña. Le hizo una buena herida, y los dos hombres allí presentes (el padre de la niña y el Jordi), decían que se mareaban, así que tuve que coger nuestro botiquín (tan bien preparado por la madre de Jordi), la curé como puede con oxigenada y yodo, le tapé la herida para que no se le pusieran las moscas, y le dije al padre que la llevara al médico porque igual necesitaba algún punto y sobretodo alguna vacuna. Volvieron a los 5 minutos del médico (literalmente), y el padre me dijo que el médico le había puesto una vacuna y que la herida ni la había destapado!!! Qué médico hace eso? Una mordida de perro!! Así que nos miramos y dijimos: metemos el botiquín entero en la mochila también!! Que si dependemos de la sanidad aquí!! 
Y así empezamos la aventurita:
Sobre las 7 de la mañana ya estábamos en ruta. El inicio fue genial, pues la carretera era nueva y asfaltada. En el norte de Camboya empezaron a construir carreteras en 2011 y aún están en ello, así que a la hora de ir en bici, se acabó el asfalto...
Las carreteras son de arena roja y finísima, hacen un polvo increible y se mete hasta en los rincones más recónditos del cuerpo. Uno sólo con la bici ya levanta polvo, pero cuando pasa una moto o un coche al lado tuyo...bbbuufff!!! a cerrar los ojos y a masticar arena!! Y encima el camino dejó de ser plano, casi todo el tiempo eran subidas y bajadas, y a partir de las 9 de la mañana ya estábamos a 35 grados como poco...Cuando ya llevábamos unas 4 horas, yo cada subida la veía más empinada, y Stefix también, me sentía quemada por el sol, empapada en sudor, llenísima de polvo...Ya las subidas las hacíamos caminando, y las bajadas al final también, porque de cansancio la bici me resvalaba con la arenilla y ya estaba a punto de caerme de la bici...Ya estaba a punto de derramar las primeras lágrimas, subiendo la cuesta caminando y con los pies hundidos en la arena, cuando apareció un coche de estos grandes, un "pick up", e iba vacío!!! Le pedí que parara y me recogió, y había aire acondicionado en el coche!!!! Al pasar la cuesta estaban Stefix y Jordi caminando ya también, les saludé desde la ventanilla con una sonrisa de oreja a oreja, y a Stefix se le iluminó la cara y se subió corriendo al coche también, y Jordi quiso seguir con la bici.
LLegamos a Ta Beng, el pueblo que hay antes de llegar a las zonas tribales, y allí esperamos a Jordi tomando un café con leche condensada y hielo...Esta es la bebida de moda en Camboya y la que nos ha tenido enganchados todo el tiempo que hemos estado en este país...viva la leche condensada!!
Así estábamos de "limpias", y de contentas por haber dejado de "sufrir":
 En menos de 1 hora llegó Jordi a este pueblo y comimos un plato de arroz hervido!!! Porque sólo había eso y carne con no muy buena pinta...Este pueblo en sí ya es interesante de por sí. Viven sin agua corriente y sin electricidad, sólo por la noche encienden unos generadores que además hacen un ruido tremendo. La gente de allí ya alucinaban de ver a 3 turistas allí metidos, y en bici y lenos de roña!! Decidimos seguir la ruta a ver si encontrábamos aquellos pueblos o un cementerio de los pueblos indígenas, que como animistas que son, es un cementerio muy curioso de ver.





















Volvimos a coger las bicis, con un dolor de culo tremendo, y seguimos el camino probando suerte, pues ni teníamos mapa, ni nadie nos sabía indicar nada...
Llegamos a un poblado donde sólo se veían animales en libertad y niños. Nos acercamos a una casa a preguntar cómo cruzar el río (sólo sabíamos que teníamos que cruzar el río) y se nos quedaron mirando sin entender qué hacíamos allí, ni qué queríamos, fue imposible entenderse y no nos contestaron nada. Así que proseguimos el camino como 2 horas más (ya sin subidas, por suerte) bordeando el río que no sabíamos cómo cruzar. El paisaje era espectacular, lleno de árboles y con un colorido especial: el verde era súper intenso y el marrón rojizo de los caminos hacía un contraste espectacular. Y también fuimos viendo la vida de la poca gente que vive por allí: en casas alzadas para la época de lluvias, bien sencillas y rudimentarias, animales de granja campando a sus anchas, niños por todas partes, y los adultos durmiendo en las hamacas o compartiendo el rato relajadamente en pequeños grupos. Era parecida a la vida en Laos.

Llegamos a otro poblado, empezaba a atardecer y yo ya estaba que no podía más...llevábamos ya como 60 km en bici, cosa que yo no había hecho ni por asomo en mi vida!!Y menos a 35-40 grados!! Intentamos preguntar a los jóvenes que asomaron, pero no nos sabían decir nada...A parte de que no hablaban inglés, la gesticulación es súper diferente, incluso el "sí" o el "no" lo expresan con gestos diferentes, así que no había manera de sacar nada en claro...Yo decía de volver por donde habíamos venido porque al menos sabíamos que llegaríamos a Ta Beng y que allí podríamos pasar la noche...Pero Jordi y Stefix opinaban que no, que debíamos seguir el camino y a algún lado llegaríamos...Yo el único gesto que entendí fue el de que el sol se iba a ir en breve; no sabíamos donde estábamos, hacia dónde ir, no teníamos comida, estaba agotada...Y aguantándome las ganas de llorar, a lo que Jordi me dijo "vas a llorar?", y yo dije "no!", pero ya con las lágrimas cayendo...porque lo bastante que te digan que si vas a llorar cuando te estás aguantando para que llores. Así que vino a abrazarme, y todos los indígenas al unísono: "oooohhhh!!" Parece que esa expresión sí que es universal. Decidimos seguir hacia adelante y justo a los 5 minutos había un poblado con una tienda abierta y paramos a comprar agua. Cual fue nuestra sorpresa cuando vimos que todo el pueblo (unas 50 personas) estaban de fiesta. Con unos mega altavoces sonando música tradicional, algunos bailando, los niños alucinando, y la mayoría borrachísimos o no sabemos qué más, porque vimos a una señora como haciéndose un porro pero con la hoja de una libreta...Creo que ellos se quedaron más perplejos que nosotros. Nos cogieron y nos pusieron a bailar rápido:
 Las señoras más mayores, llevaban unas faldas especiales y tenían dilataciones enormes en los agujeros de las orejas, cosa que nos confirmó que habían sido tribales; lo que a día de hoy, como en la mayoría de zonas que habían habitado tribus, ya sólo los mayores mantienen algo de la identidad en las ropas. Estos poblados están bastante olvidados, como habéis visto, viven súper alejados de todo y desconectados. Casi no tienen acceso a la sanidad, por la distancia y porque en Camboya es privada y ninguno de ellos la podría pagar, así que se curan a su manera y la tasa de mortalidad es elevada. No tienen agua corriente, hacen agujeros al lado del río para que la propia tierra la filtre (ya que al menos saben que directamente no la deben beber), y la electricidad la sacan a ratos de baterías de camiones. El poblado está lleno de basura y viven entre ella, no hay ninguna escuela cerca para los niños y la mayoría de adultos son analfabetos. Ese día, como podéis ver en la siguiente foto, tenían preparados unas jarras con unas bebidas rarísimas, espesas y llenas de cosas flotando que no nos atrevimos a probar. Allí la gente se amorraba a la cañita y bebían todo lo que podían.
 En la siguiente foto se ve a la señora del porro. Y no hay más fotos porque no se sentían cómodos con la cámara, así que no hicimos más.
Era un sitio donde nos podríamos haber quedado a dormir en algún suelo, y donde había comida, pero vimos que estaban tan desfasados (ves a saver cómo acabaría la cosa)y que no nos entendíamos en nada, que decidimos mejor irnos. Pero antes de marchar, Jordi regaló un poco de magia al jefe de la tribu y a algunos más, pero las reacciones fueron increibles. No lo acabaron de entender y no les hizo mucha gracia, así que solo hizo un juego y lo dejó:



















Después de esto, seguí el camino con las fuerzas renovadas, pues sentía que todo el esfuerzo había valido la pena por compartir ese rato con esa gente y en ese lugar. Nos quedaban aun bastantes kilómetros en campos y campos de caucho (o látex):




















Esto de las plantaciones de caucho es un tema aparte, pues en resumen, se ve que Vietnam (y creo que también China, al igual que está haciendo con Laos), compran muchos terrenos a Camboya, queman el bonito bosque y ponen plantaciones de caucho.

A mi ya me había cambiado el chip, y ya me daba igual hasta dormir en medio del camino a pesar de haber visto alguna serpiente muerta. Pero entonces era Stefix la que se empezaba a preocupar, porque empezaba a irse el sol y le daban miedo los "animales nocturnos". En estos caminos ya no habían ni más poblados ni nada, y ya no teníamos ni agua ni comida, así que cuando llevábamos como otro par de horas pedaleando, y estábamos todos ya un poco desesperados y agotadísimos, vimos venir un coche y lo paré. El chico hablaba inglés!!!! Nos indicó hacia dónde estaba el pueblo donde habíamos comido: a unas 3 horas. Me debió de leer la cara que puse y me dijo "yo voy a descargar estos vidones aquí cerca y luego voy para allá, si queréis os llevo". SSSÍÍÍÍÍÍÍ
Jordi lo acompañó para ayudarlo y en 15 minutos ya nos estaban recogiendo. Coche con aire acondicionado y con un paquete de botellas de agua precintadas!!! Esto era un milagro, aquí encajó ese dicho de "Dios aprieta pero no ahoga", jeje.
Fue un buen rato de coche, y al llegar a Ta Veng cenamos comida local localísima, pero después del tute y de llevar un plato de arroz hervido en el cuerpo nos supo a gloria!!
Preguntamos que dónde podíamos dormir, y nos ofrecieron como una plataforma techada de madera donde podía dormir quien quisiera, y gratis. Así que para allá que nos fuimos, y gracias a la Stefix, que es una viajera apañada, montamos su hamaca y una pequeña tienda de campaña que solo hace de mosquitera. Este era nuestro hotel:
 Vino un chico todo curioso a vernos, y aunque estábamos agotados, era imposible dormir porque había una casa donde estaban de fiesta y tuvieron la música a tope hasta casi la 1, y aquí las casas son como esta estructura de madera, con todo abierto y haciendo vida en la calle. Para colmo, cantaban al karaoke a voz en grito. Y es curioso como nadie se queja, lo aceptan sin más. Como veis, Jordi aun tuvo energía para hacerle magia:



















Antes de dormir le pedimos a una señora si nos dejaba usar su lavabo, y fue alucinante!!El lavabo es un rincón detrás de la casa con una cortina y no hay no retrete, ni letrina, ni agujero en el suelo...lo haces en el suelo y fuera. Así que después de ver aquello, hicimos una buena inversión en botellas de agua y nos lavamos como pudimos en nuestro "hotel". Estos eran mis pies después de todo el día:
 A partir de que acabó la fiesta, medio dormimos como pudimos clavándonos los huesos contra la madera, con todo de jaleo de perros y gallos locos que cantaban en medio de la noche, y de algún borracho vomitando debajo nuestro, y para rematarlo todo, a las 5 de la madrugada se pone nuestro vecino de atrás a hacer la matanza del cerdo y nos desperyó e pobre cerdo gritando y agonizando. A las 5 de la medrugada!!
 Y a esa hora ya empezó a despertar todo el pueblo, a abrir tiendas, a circular motos...esta es una imagen del pueblo, el bote con líquido verde colgando es la GASOLINERA.


















Así que a las 6 de la madrugada ya estábamos en marcha, casi sin haber descansado y con un dolor de culo horrible (por qué no harán las bicis con asientos anchos y mulliditos??). Stefix y yo ya teníamos clarísimo que buscaríamos algún coche que nos llevara, pasábamos de hacer todas esas cuestas de vuelta, y comer arena y quemarnos bajo el sol. Así que Jordi fue tirando (pues él sí que quería). Nos costó pedalear otro poco hasta encontrar un coche, que iba lleno, pero nos subieron igual. Y nosotras tan contentas!!


















Al cabo de unos minutos encontramos a Jordi, que ya estaba chorreando de sudor y agotado, y al fin cedió y también se subió al coche. Nos dejaron nen Ban Lung, donde teníamos la guesthouse, y aun sacamos fuerzas para hacer 10 km más e ir al lago Yeak Laom, que es una piscina de agua turquesa, en el cráter de un volcán. El lugar es precioso, silencioso, un merecido paraiso!!

















Y así es como acaba este capítulo, que me hizo ver que puedo hacer 80 km en bici (lo cual era impensable para mi), y que me hizo hacerme un poquito más grande...jejeje!! VALIÓ LA PENA!!


 HASTA LA PRÓXIMA!!

P.D: mayoría de fotos cedidas por Stefix, pues nuestra cámara ha muerto...

domingo, 11 de mayo de 2014

LAOS

Hola familia!!!
Como estáis? Espero que muy bien.
Nosotros como siempre con algo de retraso para postear nuestro viaje...qué le vamos a hacer!! Pero que conste el esfuerzo, que hoy hemos dormido en una guesthouse con wifi para poder levantarme y hacer el blog, y hay justo debajo una boda que nos ha despertado a las 4'30 de la madrugada con un súper megáfono y música local a todo trapo, bajo a preguntar por qué esta locura, y una pobre chica camboyana con la cara más amargada que yo, me explica que es la boda de su hermana, y que aunque sabe que es una locura y lo siente mucho, es la tradición hacerlo así, despertar a todo el pueblo mientras preparan y cocinan. Así que he dormido 4 horas más o menos...y ahora mismo mientras me intento concentrar, los tengo aquí debajo haciendo misa y cantando a voz en grito con una megafonía totalmente distorsionada, a tope de volumen y el típico "PIIIIIIIIIIIIII". La vida de los bloggers...jejeje!
Nosotros después la isla paradisiaca de Tailandia, fuimos a Bangkok para tomar un tren hacia la capital de Laos, Vientiane. Eran 12 horas aproximadamente, pero fuimos durmiendo en literas con aire acondicionado y el "chacachá" del tren...y la verdad que genial, totalmente recomendable viajar en tren por Tailandia!!
Resulta que en Laos estuvo Jordi en su primera vuelta al mundo (hace 10-11 años), y junto con India, fue el país que le enamoró. Lo habían abierto al turismo no hacía ni 4 años, así que habían pasado pocos turistas por allí y pocos eran los que se atrevían a ir, pues todavía no había infraestructura para el turismo. Jordi lo recuerda como un lugar muy virgen, con gente súper inocente y pura, y extremadamente barato. Explicaba que siempre lo acababan invitando a dormir, y que cuando durmió en algún hotel no pagó más de un euro. También explicaba que cuando llegaba a algún lugar, se iban avisando entre los habitantes y se agolpaban todos a recibirlo, y que el cabecilla (Laos también era muy tribal) era el que le daba la bienvenida. Dice que la gente, a la que cogían algo de confianza, le tocaban la barba (los asiáticos no suelen tener casi nada), o la nariz (ya que Jordi tiene demasiada en comparación con ellos, jeje), y que cuando sacaba la cámara para hacer alguna foto la acababa guardando porque se asustaban y no querían, relacionaban hombre blanco-armas, así que se cargaba el buen clima que se había creado. Incluso explica la anécdota que un día que estaba en una casa con varios laoitas, se fueron a traerle como un tesoro, una radio enorme que ni emitía música, pero que conectaba con una emisora de Vietnam!! Y estaban tan alucinados con eso...Así que sinceramente, aunque muchos viajeros nos habían contado que el país no tenía nada que ver ahora con lo que Jordi había vivido, no nos lo acabábamos de creer.
Llegamos a Vientiane, y empezamos a ver que sí, que estaba lleno de guesthouses y de restaurantes para turistas, y nada baratos!Que todo estaba súper bien montado para el turismo, y que todos los laoitas iban con coches o motos y móviles de última generación...Cómo podía cambiar tanto un país en 10 años??
Conseguimos habitación por 4 euros, bicicleta todo el día por 1 euro y comimos sopa de noodles en un sitio local por otro euro. Así que si buscas un poco, no es tan caro. La capital de Laos dicen que es la ciudad asiática más tranquila que hay, y es cierto. Laos fue colonia francesa desde 1893 hasta 1954, y se nota en muchas cosas. La ciudad está súper estructurada y los coches van tranquilos respetando señales de tráfico (cosa que habíamos dejado de ver desde Turquía!!), y por un momento parece que hubiéramos dado un salto y estuviéramos en Europa. Y lo mejor, fue que los laoitas (que estuvieron atentos ahí!!) se quedaron el legado de la barra de pan, las baguettes, los cafés con leche y los croisants y más bollería. Así, que aunque a precio europeo, nos dimos el capricho!!


De Vientiane fuimos hacia el norte, a Luang Prabang, ciudad declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. Esto les ha ayudado también a atraer a muchos turistas y hacer aumentar la economía del país. Y para los viajeros, pues resulta el lugar más caro de Laos. Los restaurantes son bastante caros, las guesthouses también, y todas las excursiones que salen desde allí o los "tuc-tuc" (taxis), son extremadamente caros para ser Asia, y deben tener faena de sobra porque ni apenas regatean ni rebajan 1 céntimo. Así, hicimos poca cosa en Luang Prabang, cogimos una bici y visitamos la ciudad y los alrededores. La ciudad es muy bonita y tranquila también, plagada de templos donde viven monges. Aquí van algunas fotos:



Así son todos los puentes de Laos, cuando llega la temporada de lluvias la mayoría se van con el agua y cuando pasa la temporada los vuelven a hacer.
Y aquí van algunas fotos de los templos por dentro:


Aquí una mamá enseñando a su hijo a hacer una ofrenda.

Ese día, Jordi encontró a un señor de Laos que hablaba francés (por haber sido colonia francesa) y le hizo algún juego de magia. También aprovechó para preguntarle por la nueva situación de su país, ya que es difícil comunicarse con ellos porque apenas hablan inglés. El señor le contó que había cambiado todo muy rápido y que a él le gustaba más cómo eran las cosas ahora, ya que su nivel de vida había mejorado. Tienen mejores casas, comen mejor, pueden ir al hospital...Y nos dimos cuenta de que esto de que fueran todas las casas de bambú y todo tan "auténtico" sólo nos hace gracia a los turistas, que nos gusta mucho ese tipo de paisaje para la foto...Pero para la gente que han de vivir allí, evidentemente si pueden construirse la casa de tochos y evitar que se les desmonte a cada monzón, que entre la lluvia y los bichos, lo van a hacer y tan contentos. Así que por estas dos ciudades que he comentado, se veía más o menos un buen nivel de vida. 
  Y nos fuimos de allí un poco con la sensación que tan bien expresa esta foto: Luang Prabang, lugar perfecto para ver budistas e ir aflojando la visa.

Lo último que hicimos en Luang Prabang, que es muy típico allí, es ver una procesión que hacen los monjes cada amanecer, en la cual muestran su voto de austeridad recogiendo comida que los debotos les dan, la cual (en principio) se comerán ese día. Se hace una fila de personas que van bendiciendo los alimentos y los van echando en sus cestos, y al final de esa fila siempre se ponen varios niños a recoger lo que a los monjes les sobra y se lo echan a ellos.


 La siguiente foto es una de las tantas cuevas que se pueden visitar:
Esta última foto es de las vistas desde Luang Prabang. Ese río es el
principal de Laos, el Mekong, que cruza todo el país de norte a sur, hasta que el mekong pasa a ser camboyano. El país de Laos es más bien alargado, sin salida al mar, y toda la ruta se hace alrededor de este río, o bien bajando el país o bien subiéndolo; lo cual hace que te acabes encontrando varias veces con los mismos viajeros durante toda la estancia en el país, y mola!!Vas viendo caras conocidas y compartiendo aventurillas. Así que todas las actividades son relacionadas con bañarse en el río, piscinas naturales, cascadas, ver cuevas...GOODROLLINGS TOTAL!!

De aquí empezamos a bajar a Vangvieng, donde empieza a ser todo mucho más rural. Este pueblo está montado para la diversión de los viajeros, hay todas las actividades que os podáis imaginar, y además son baratas. Hasta hace un par de años se ve que era la siguiente parada de los jóvenes que iban a la "full moon party" de Tailandia, que venían aquí a hacer "tubbing" y a pegarse la fiesta en una calle llena de bares y discotecas. El tubbing viene a ser un flotador gigante y negro en el que se sientan para bajar el río, en ambos lados del río hay bares y la gente de los bares pescaban con una cuerda a los que bajaban por el río y los acercaban a su bar. Así, la actividad consistía en que los turistas bebían en cada bar mientras bajaban el río y llegaban al final borrachísimos. En todo esto, se ve que muchos jóvenes hacían bastantes locuras y cada año morían varios. Por este motivo, el gobierno tomó medidas y cerró la mayoría de bares. A día de hoy es un pueblo que aunque aun tiene algo de fiesta, está más bien tranquilo y es muy agradable estar allí. Aquí ya todo empezaba a ser más barato, y dormíamos por 4 euros entre los dos y teníamos en la puerta de la guestahouse 4 paradas juntas de señoras haciendo creppes y bocadillos: con baguettes, con nutella, con bacon, queso...Todo lo que os podías imaginar, y por 1 euro!!
Esto se agradecía bastante, ya que en Laos se comen todo lo que se mueve, comen un montón de carne, y desde cualquier órgano hasta cualquier animal (vimos ratas a la brasa). Prácticamente su dieta es sopa de noodles (con vete a saber qué carne) y carnes y bichos a la brasa. La siguiente foto son las típicas señoras vendiendo comida en las paradas de bus, que van espantando las moscas con los pollos empalados a la plancha que luego te van a vender:
En esos palos pueden ir desde ratas, a cabezas de pollos, pies de pollos, intestinos, hígados, sapos, huevos duros con el pollito dentro...
En Vangvieng no hicimos esto del tubbing, ya que la actividad en sí no tiene mucho de divertida, pero hicimos bici y kayak. Lo de la bici fue muy duro, ya que los caminos están llenos de piedras y barro y hace muchísima calor, pero nos permitió ver el paisaje y ver cómo viven los laoitas del lado rural.

 El gran salto del Jordi en esta piscina natural tan espectacular!! Y la de abajo colgada de a tirolina soy yo:
 La siguiente foto es el típico paisaje de Laos, montañas súper escarpadas y todo muy verde y natural:

 La foto que viene también es del entorno de Vangvieng, aunque son las típicas casitas de Laos, de bambú o de chapa y alzadas del suelo para las inundaciones. Por dentro son casas simplísimas, casi sin muebles ni objetos, ya que es posible que después de cada monzón la tengan que reconstruir.
Otro día hicimos la excursión por el río Mekong en Kayak, y también vimos paisajes preciosos.


Después de pasar 3 días en este lugar y su maravilloso entorno, seguimos bajando hacia el sur, mientras llegó el festejo del PI MAI LAO (feliz año laoíta). En teoría dura 4 días, pero os podemos asegurar que duró como 10 días. Se trata de que durante todo el día todo el mundo va tirando agua a los demás. Su juntan por familias o amigos en las puertas de sus casas, ponen música súper alta y van tirando agua (normal o tintada) y polvos de talco a todo el que pase por la calle. Otros, cogen un coche "pick-up" y va lleno en la parte trasera de niños o adolescentes haciendo guerra de agua con otros coches, y con la música a tope claro!! La verdad que se organiza un fiestón, no nos esperábamos aquello para nada!! Hay fiestas particulares y creadas por el gobierno por todos lados: en cuevas, descampados, campos de fútbol...(aunque hay que decir que el deporte nacional de Laos es la petanca...muy francés también!!). En esos días desde que salíamos a la calle ya íbamos empapados, y todos los laoitas te saludan, te invitan a beber, a que te quedes con ellos...Son gente super hospitalaria, educados, mega tranquilos, sonrientes. Y la verdad que para el nivel de fiesta que llevaban, que desde por la mañana ya estaban bebiendo, no vimos ni una discusión, ni una sola pelea. Son súper bailongos y a la mínima ya están todos bailando como dando saltitos, y festejan todos juntos, desde los niños a las personas mayores. Lo que también les encanta es el karaoke. En cada casa tienen uno, y se pueden pasar horas cantando; pero siempre haciéndolo lo más profesional que pueden, nunca cantan de cachondeo como haríamos nosotros, es bien serio el karaoke!! Tenían karaokes hasta en los coches!!E incluso las discotecas son todo de mesas en meido de la pista con la gente depie alrededor y todos cantando karaoke!

 Cuando montan estas fiestas, a parte del karaoke les encanta también los juegos de apuestas. El encargado tira unos dados con animales y números y hay que adivinar qué saldrá...juegan adultos y niños, y aquí estaba jugando Jordi con otros viajeros, y ganó el mago claro!!

Pasamos unos días en Tat-Lo, un pueblo muy pequeño y bonito donde se pueden visitar unas cascadas. El pueblo es súper pequeño y tranquilo, y te acabas conociendo con todo el mundo, por lo que nos quedamos allí como 4 o 5 días.




















Y en una de esas cascadas, estaba un día con otros 2 viajeros, y llegaron un grupo de monjes budistas, fumando, cargando una nevera con cervezas y móvil en mano haciéndome fotos mientras salía del agua. Fue un puntazo!! Verlos hacer como cualquier joven de su edad, bañarse, jugar en al agua, tomarse una cerveza, bromear con nosotros...La pena es que no sabían hablar nada de inglés para haber indagado un poco más en la vida de los monjes budistas...
























La última noche en Tat-Lo era la última fiesta de fin de año, después de 10 días que había empezado, y organizaron una fiesta con su música tradicional al lado del templo, aquí os dejamos un video, muy auténtico!!

http://youtu.be/zEuPfOKW0Q4


Por último, nos fuimos al sur del todo del país: four thosands islands. Es la zona donde el Mekong se ensancha, y está todo lleno de agua y de islitas, es una zona muy bonita y relajante. Y además, la magia del camino hizo la magia del reencuentro, y tuvimos nuestra primera visita: la Stefix!!!






















Aquí el plan también fue darnos bañitos en el río para pasar el calor, e ir en bici a descubrir la zona:


 Aquí bañándome con un búfalo de agua, al que le encantaba que lo mojara. Fue muy divertido el día en que de repente el búfalo se levantó del suelo y empezó a cagar pero a toneladas, y echó a todos los bañistas del agua y se quedó solo!!
También vimos atardeceres increiblemente bonitos:





















Allí también alquilamos una bici y nos fuimos a investigar el entorno, y dimos con estas grandiosas cascadas, según dicen, las más potentes de Asia:




















Y así nos despedimos de este gran país, que tanto ha cambiado en estos últimos años pero que sigue siendo súper agradable de viajar.. .Sin duda el país más tranquilo donde hemos estado. Junto con la Stefix, próximo episodio...CAMBOYA!!


"PULSA MÁS TIEMPO..."
AHORA!!BYE BYE!!