ALÓ!! (Hola en Indonesio)
Después de la semanita de relax en la islas Gilli, nos
dirigimos hacia el pueblo de Senaru para preparar el treking al volcán Rinjani.
Es el segundo volcán más alto de Indonesia, con 3726 metros de altura. Habíamos
oído desde chicas que no habían hecho un treking en su vida y que lo habían
hecho y decían que no era muy difícil, hasta comentarios de gente deportista que
decían que era una experiencia masoquista. Pero bueno, estábamos muy convencidos de hacerlo porque, ya que
estamos en un país como Indonesia, no nos podíamos ir sin ver algún volcán desde arriba!!
El servicio que ofrecen en el treking consiste en lo
siguiente: 3 días de treking, dos noches durmiendo en la montaña en tiendas de
campaña, primera noche en un hotel desde donde empezar el treking, 3 comidas cada día,
guía y porters para llevar la comida, utensilios de cocina, tiendas de campaña,
sacos de dormir y esterillas para todos; y transporte el último día hacia el
destino de cada uno. Así, el día antes
de empezar ya lo pasamos en Senaru, en el hotel donde teníamos que dormir todo
el grupo (éramos 6 personas).
Nos dijeron que habían unas cascadas bonitas en los
alrededores (una horita caminando), y decidimos ir a verlas. No estábamos muy
convencidos de si valdrían mucho la pena, pero no teníamos nada mejor que
hacer, y nos llevamos una muy grata sorpresa. La cascada era preciosa y
enorme!! Y esto es algo que pasa a menudo en Indonesia, que en muchas
cosas te imaginas que no será nada, y
luego te encuentras una explosión exuberante de naturaleza. Estas son algunas
fotos de la cascada, su entorno y las increíbles flores que te puedes llegar a
encontrar a lo largo de este país:
Al día siguiente, nos preparamos la mochila pequeña con lo
justo, ya que ésta la teníamos que cargar, y por suerte, decidimos alquilar un
abrigo a la gente del hotel, ya que tampoco avisan mucho del frío que llega a
hacer por las noches en el trekking (pero me informé a través de blogs ;-p).
Nos levantamos a las 6 de la madrugada y empezamos el treking. El primer día subimos hasta 2200 metros (desde casi 1000m), así
que fueron como 7 u 8 horas de intensa subida:
Estas eran nuestras caras casi al final del primer día:
Pero si nosotros estábamos cansados, imaginaos los porters.
Ni en el trekking del Annapurna de Nepal nos parecía tan salvaje lo que llegan
a cargar. Estos llevan unos 40 kilos los primeros días cada uno, repartido en
esos cestos, y los cargan aguantando el palo de bambú en sus hombros. Todo el
rato se van cambiando el palo de hombros, pero os prometo que cuando
dejaban los cestos en el suelo, se les veían las cervicales hinchadas hasta el tamaño de un limón. Los
músculos eran dos bolas enormes, porque
además ni se ponen nada para amortiguar, llevan el palo tocando directo con los
hombros. Y los indonesios son pequeñitos y delgados, así que igual pesan 60
kilos y están cargando 40 en un treking donde todo es subida muy empinada y
bajadas muy pronunciadas y por lugares muy difíciles de pasar. Y además lo
hacen todo con chanclas, por su puesto. La verdad que nos pareció una forma de
explotación, los humanos no somos animales de carga, no estamos hechos para esa
salvajada, y esto nos hizo sentir muy mal todo el tiempo, así que decidimos no
hacer nunca más un trekking que suponga esta explotación a alguien. Y esto pasa
también porque el lugar no está preparado para esto, no hay refugios ni lugares
donde dormir y hay que llevarlo todo. Y lo que nos pareció más humillante aún,
es que para los turistas que habían pagado el treking de lujo, encima debían
cargar con colchones más gruesos y con sillas para que se pudieran sentar al
acabar de caminar!!! Además, preguntamos qué cobraban por este trabajo y nos
dijeron que unos 10 euros por día…Increíble.
Donde paramos a dormir la primera noche, el entorno estaba
muy pero que muy sucio. Es un treking multitudinario, lo hace muchísima gente a la vez,
y los indonesios (como en todo el país) no están concienciados del daño ecológico
que producen, y van tirando todos los restos y plásticos de cocinar en medio de
la montaña. A veces hacen hogueras y queman la basura. Aun así, la vista es
espectacular...Estábamos en el anillo del volcán con vistas al lago y estábamos sobre las nubes!! Y desde allí también vimos un atardecer multicolor...me sentía como un oso de los dibujos "los osos amorosos", tocando las nubes!!:
Se pasa bastante frío, porque además de llegar con el cuerpo
mojado por el sudor, el aire es helado y la temperatura baja bastante. Así que
fue un gran acierto alquilar los abrigos, con los que incluso tuvimos que
dormir. Los sacos que traen no son nada buenos, en la bolsita pone que son para
más de 15 grados, y allí hace una temperatura muchísimo más baja; y las
esterillas son finísimas y duras, así que se duerme bastante mal. Además, hay
muchas más tiendas de campaña que espacio real para plantarlas, así que las
plantan en suelos con bultos o que están en inclinación. Todo ventajas, vamos!!
Esa primera noche, nos despertaron a las 2’30 de la
madrugada (como lo leéis!!) para llegar a la cima del volcán Rinjani justo
cuando amanecía. Así que sin casi haber dormido, con las agujetas del día
anterior, el intenso frío y la oscuridad…Empieza a subir!! Estábamos a 2200
metros, y teníamos que llegar hasta 3726m.
Fue una subida durísima de unas 3 horas. Esta es la foto de la cima que
tomamos el día anterior desde el campamento; que como podéis ver, se ven todas
las ranuras por las que en su día bajó la lava y el último trozo del ascenso,
que ya se veía empinado casi como una pared:
El camino era de arena y piedrecitas volcánicas, de esas que
resbalan muchísimo, así que a cada paso que dábamos hacia adelante, dábamos
medio hacia atrás. Y yo entre mi agotamiento y mi desespero de que no
llegábamos nunca, tuve alguna caída que me hizo sacar la lagrimilla en
silencio (qué hago aquí??!! no puedo más, esto no me gusta, me quiero ir pero ahora es hasta peor...Este mi loop repetitivo de pensamientos), a lo que Jordi aprovechó para sacarme una foto…jeje!
Esta era mi cara de
semi alegría al ver el final, y de sueño, de cansancio, de frío...de alpinista profesional vaya!!:
Pero por suerte, siempre tengo a mi Cambras, que se carga de
paciencia en estas situaciones y no deja de hacer bromas y de animarme:
Estas eran las vistas de la cima:
Como veis, todo el cráter está formado por un lago y otro
mini volcán que todavía está activo y humea. Las vistas eran muy bonitas!
Y después de parar tan solo 20 minutos en la cima, empieza
la vuelta, ya que nos espera un largo día de treking. Cuando se hizo de día y
vimos por dónde habíamos subido, entendimos también porque lo hacen subir de
noche…Porque si viéramos por donde subimos, muchos nos hubiéramos negado a
hacerlo! Esa es la cresta por la que subimos, que aunque en la foto parezca plana,
era bien empinada:
En la bajada, ese tipo de suelo, parece como pisar nieve,
así que se hace más fácil, aunque hay que vigilar para pegarse el menor número
de culetazos posible. Se baja en la mitad de tiempo, pero entre la subida y la
bajada ya habíamos caminado casi 5 horas. Llegamos al campamento casi a las 8 de
la mañana (para nosotros como si fuera mediodía, teniendo en cuenta que nos habíamos levantado a las 2'30h), recogimos todo, desayunamos fuerte, y a seguir el treking. La
siguiente parte consistió en bajar hasta el lago que hay en el cráter, comer
allí, y subir hasta el anillo del cráter de nuevo pero en el otro lado, donde
pasamos la noche. Así que aún teníamos
2 horas más de bajada pronunciada y 3 horas más de subida.
Lo mejor fue que
cerca del lago (en el que nadie se baña porque el agua está helada y hace
bastante frío) hay un nacimiento de aguas termales y súper calientes, donde nos
pudimos bañar y relajar los músculos con el calorcito. Y el paisaje era propio
del “Señor de los anillos”, mezclando el intenso verde de la vegetación, el
blanco de la niebla, el negro de las rocas volcánicas y el amarillo de las
aguas termales:
Lo más duro fue tener que seguir subiendo durante 3 horas más,
después de este relajante baño y la comida. Y el camino tenía trozos que eran
más parecidos a escalar que a caminar:
Lo más increíble es, que a pesar de habernos levantado tan
temprano y hacer unas 10 horas de treking (y nunca en plano), el último trozo
fue el que menos nos costó y acabamos el día mejor que lo empezamos. Y volvimos
a dormir sobre las nubes:
Esa noche también dormimos bastante mal y nos levantamos con
unas agujetas tremendas. Por suerte, ya era el último día y sólo quedaba la
bajada (6 horas); lo cual es incluso peor que la subida, ya que a mi me temblaban los
“palillitos”, es cuando se cargan las rodillas y encima había que clavar bien
los pies para no resbalar. Lo bueno fue que en el último tramo cambió el paisaje y
fuimos por dentro del bosque, que fue más relajado y bonito.
Cuando llegamos a Senaru, recogimos nuestras mochilas y nos
llevaron a Sengigi, desde donde queríamos ir a las playas de Kuta. Esa
tarde-noche y los dos días siguientes estuvimos caminando como dos abuelos, no
me habían dolido tanto los músculos en mi vida!! Así que, lo vimos un treking que
aunque lo vendan como fácil y para todo el mundo (porque quieren hacer dinero),
no lo es. Tenían razón los que nos dijeron que es una experiencia masoquista.
Ahora, para quien le guste la montaña y sentir esa dosis de sufrimiento y
superación, se lo recomendamos totalmente; pero si no, no merece tanto la pena (bajo mi criterio, claro!!).
Lo que si que al final de hacer algo así, al menos yo, me llevo más la
sensación de que pude hacerlo, de que pude superarme, que no los paisajes. Si
lo que buscáis es solo ver los paisajes, buscar las fotos en google y nos
saltaos tanto sufrimiento!!
Después de esto, decidimos ir a Kuta, ya que muchísima nos
había hablado muy bien de esta zona (Kuta de Lombok, no de Bali). Está al sur
de la isla de Lombok y es una zona que nos recordó un poco a Cabo de gata, ya
que son playas enormes, vacías y vegetación un poco árida. Las playas son muy
bonitas, y es una zona excepcional para moverse en moto (pues hay muy poco
tráfico) y para hacer surf. Aun así, nosotros no hicimos surf porque vimos que
las olas eran un poco exageradas para aprender, y moto solo cogimos un día, ya
que ninguno de los dos acabamos de disfrutar conduciendo motos. Y aunque sea
una zona de surferos, en la playa el agua está tranquila, es mar adentro (en
los arrecifes de coral) donde se forman las olas, y se ha de llegar en barca.
No se ve mucho turista por esa zona aun siendo temporada alta, y la mayoría de turistas eran australianos y españoles . Los australianos
porque les sale muy barato volar a esta zona, y los españoles suponemos que
porque ya estábamos en julio y es cuando la gente empieza a coger vacaciones, y
también muchos españoles que están trabajando en Australia y también vienen
aquí por lo mismo que los australianos. Coincidimos allí con Andrés y Sara,
pareja de madrileños que también están de vuelta al mundo, y con Mayte y Dani,
otra pareja de españoles que trabajaban en Australia. Pasamos muchos y buenos ratos con
ellos:
Lo que más nos gustó de Kuta, fue que el día de luna llena,
la marea bajó muchísimo, como un km hacia adentro, y se creó un paisaje lunar
espectacular. El fondo del mar quedó al descubierto, creando un fantasioso
jardín de arena blanca, piscinitas naturales, hierba y estrellas de mar!!
En esta foto se ve hasta dónde llegamos caminando de profundidad, ya que lo del
fondo de la imagen es la arena de la playa:
Lo peor fue que muchas estrellas de mar, al quedarse al
descubierto, se empezaban a disecar:
Así que nos pusimos manos a la obra, a recoger todas las
que veíamos y meterlas en el agua. Esto era lo que me faltaba por hacer con las
estrellas de mar!!
La gente local aprovecharon esta ocasión para coger
los peces que se habían quedado como las estrellas y pescar los que estaban en
las piscinitas naturales. Llenaron cestos de pececillos de colores y minúsculos…pobrecitos!!
Lo que no nos acabó de gustar de Kuta, es que es la zona
más pobre de Lombok, y diríamos que también de todo lo que llevábamos visto de
Indonesia. Está todo muy dejado y sucio:
Y por esto también, todo el tiempo que estás fuera de la
guesthouse, te asaltan cada 2 minutos o bien para venderte pareos, o para
venderte cocos, o lo peor: todos los niños allí a partir de que tienen 5 o 6
años, los padres les dan un cartón lleno de pulseritas y los mandan a vender.
Así que hay mucha más gente intentando vender algo que turistas por la calle. Es bastante
agobiante, porque como ya os he dicho, aparece alguien cada 2 minutos, y porque
se sientan a hablar contigo como si les interesara tu vida pero con el fin de
venderte algo, así que todo el rato tienes las mismas conversaciones sin sentido y al final
te ves obligado a ser un poco seco y tajante. Esta era la situación más
corriente, vendedor de cocos y niño vendiendo pulseras a la vez:
Y a los niños los tienen enseñados a insistir y poner cara
de pena. Nosotros intentábamos bromear con ellos, o Jordi les hacía magia para
cambiarles la expresión:
Aquí pasamos unos 6 días, al final agobiados por esta
situación, y recomendando que, si no haces surf o conduces moto, 6 días son
demasiados en esa zona. Eso sí, descansar descansamos, para ponernos las pilas
y empezar nuestra próxima aventura en SULAWESI. Cogimos un vuelo de Lombok a
Bali, desde el que vimos como asomaba el volcán Rinjani entre las nubes para
decirnos adiós:
Y de Bali cogimos un vuelo al sur de Sulawesi, donde vimos
desde las alturas el paisaje tan verde que nos espera, y vimos a esta pequeña
viajera, que no tiene nada que ver, pero la veo tan mona!!:
Así que, próxima aventura: SULAWESI…No os lo perdáis, pues os
escribo ya desde aquí (como siempre con un mes de retraso) y os adelanto que
esta remota isla no tiene desperdicio!!
Miles de abrazos!!!
Bueno chicos otra vez mas lo mismo! con la subida al volcán he acabado agotaaaaa!!
ResponderEliminarespectaculares fotos... como siempre!!! y vosotros guapísimos como siempre!
seguir disfrutando y de bien como hasta ahora!!! besitos guapossssss!!!
guapaaaa!!
ResponderEliminarIncreíbles las fotos chicos!!! ESPECTACULAR todo lo que habéis visto!!!
ResponderEliminarSeguir así!!! Un abrazo!!!